Eli Cohen fue reconocido como uno de los más exitosos espías de los tiempos modernos

Capítulo IV: Allí los montes del Golán

Nueva entrega del "Especial: Eli Cohen" que relata el segundo viaje del espía israelí a Siria. Su famoso recorrido por los altos del Golán, que le sirvió para averiguar información de suma relevancia.

Ronen Bergman |
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Para la segunda vuelta en Siria, Cohen salió a comienzos de octubre de 1962. Esta vez se puso el acento en reunir información actual de Inteligencia sobre temas de ejército y política: ejes principales de movimiento, infraestructuras, bases militares, colaboración entre “la otra oficina” (la Inteligencia siria) y “la seguridad general”, adquisiciones militares, posición del partido Baath, etc. En la víspera de su retorno a Damasco, Cohen acompaño al representante de la Unidad a un recorrido de ocho días por Bélgica, cuyo objetivo era brindarle a Eli el conocimiento comercial necesario. En ese momento, Cohen adquirió junto con Jalaf, objetos adecuados para un hombre de negocios adinerado, el fino reloj, fabricado por “Eterna”, denominado Eterna-Matic 61, que volverá seis décadas más tarde a Israel.
Eli renovó las transmisiones desde el destino a mediados de octubre de 1962. Durante esa época envió más de 70 telegramas, de los cuales casi 60 contenían información de Inteligencia. Ya en este ciclo, se extralimitó de las normas y frecuencia de informes que le habían fijado, y enviaba mucho más y a menudo. “La gran cantidad de informes de Inteligencia en esta etapa, mostraba la determinación de Eli y su éxito en asentar la confianza y amistad de sus conocidos/fuentes y en “extraer” de ellos más información”, se afirmó en el informe del Mossad. Notificó sobre la actividad de la Fuerza Aérea siria, accidentes en la flota de aviones de combate, ubicación de campamentos y bases, almacenes y depósitos de combustible, entrenamientos de blindados y artillería, movimientos de las Unidades, etc.
En esta etapa Cohen realizó su famoso recorrido por los altos del Golán, entró a zonas militares cerradas y fotografió mucho. Por los sitios donde pasó, corre hoy el “Sendero Eli Cohen”, que reconstruye los puntos que documentó.
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Eli Cohen fue reconocido como uno de los más exitosos espías de los tiempos modernos
(AFP)
A fines de marzo de 1963, Cohen regresó a Israel, y para la tercera vuelta, fue orientado en el funcionamiento de un equipo de comunicación más avanzado. Aprendió nuevos métodos de cifrado y decodificación de telegramas. Este ciclo fue programado para ser relativamente largo (unos siete meses), y en el ámbito de Inteligencia se le indicó a Cohen reunir referencias para las cuales eran necesarias acciones más complejas, como por ejemplo información sobre una instalación de comunicación en las cercanías de Nebek, señalización de líneas telefónicas que se ramificaban hacia Dameir y entre Damasco y Homs, seguimiento de la actividad vinculada a tanques de combustible, etc. Sin duda: la acción de Cohen iba desarrollándose desde una recolección simple a una dirigida. En mayo de 1963 Cohen salió hacia Damasco con un equipo de comunicación nuevo escondido, pasó por Bruselas – donde se reunió con el representante de la Unidad y acordó con él la actividad comercial programada como pantalla – voló a Beirut y de allí en taxi a Damasco.
En este ciclo, más intensivo, Cohen tomaba la iniciativa de invitar a visitar zonas fuera de Damasco, acompañado por oficiales y amigos. Estuvo en Al Hama (por tercera vez), en Idlib, en la región de Alepo, en Ludan, en Beirut y en Trípoli. Envió a Israel más de 100 telegramas, 70 de los cuales sobre temas de Inteligencia. La información consistía en la ubicación de campamentos militares, identificación de Unidades de blindados, vuelos de Migs en los cielos de Siria, salida de una delegación de pilotos de Mig a Moscú, movimientos militares en ejes, ubicación de puntos de control en los caminos, movimientos del ejército en la zona del Cuartel General, movimientos militares hacia la zona de Homs, asuntos del partido Baath, arresto de personalidades pro-Nasser, etc.
Al finalizar el ciclo, en diciembre de 1963, Cohen salió de Damasco, voló a Beirut, de allí a Bruselas y luego a Israel. Allí informó sobre sus hechos en el destino. Mientras tanto, hubo una revolución en la comunidad de Inteligencia israelí: Ben Gurión desplazó a Iser Har El, el mitológico jefe de los servicios de seguridad, y designó a Meir Amit a la cabeza del Mossad. Este fusionó la Unidad 188 de Inteligencia con “Mifratz” del Mossad – las dos Unidades de combatientes en el destino – en una sola fuerza. Nació la sección Cesárea. Cohen a partir de ahora, no era soldado del ejército, sino un combatiente del Mossad. CAPÍTULO I
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