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Esa crisis no se prolongó. Según publicaciones extranjeras, Israel y Estados Unidos colocaron en foco otro objetivo en común: el terrorista que era llamado en Israel “Morris”. El resto del mundo lo conocía como Imad Mugniyah, “el Comandante en Jefe de Hezbollah”.
Poco tiempo después, ocurrieron algunos hechos, que le aclararon a EE.UU. cuánto se había equivocado en su evaluación de inteligencia. El “Die Zeit” informó que una alta fuente de la inteligencia israelí, reclutado en cercanías del jefe del plan nuclear iraní, el prof. Mohsen Fakhrizadeh, lo grabó hablando explícitamente y con detalles sobre su meta, el desarrollo de armamento nuclear iraní, incluyendo quejas por la falta de presupuestos. Según el periódico alemán y el libro de Peter Baker sobre el gobierno de Bush, esa grabación fue entregada al presidente americano.
Las Unidades de Seguridad del ministro Barak descubrieron que la embajada de EE.UU. alquiló un departamento con vistas hacia la ventana de su casa en las torres Akirov. Se evaluó que en el departamento fue instalado un equipo muy sofisticado, el cual incluía un sistema llamado “micrófono laser” para espiar las conversaciones del ministro de Seguridad.
En abril de 2008 una fuente de la inteligencia británica trajo información explosiva, que revelaba una parte del plan nuclear, hasta entonces desconocida: una instalación de enriquecimiento subterránea secreta construida en Fordo, no lejos de la ciudad santa de Qom.
“Eso nos sorprendió mucho”, confirma Hans Schindler, ex alto funcionario de inteligencia alemán. “Toda la cordillera de los montes Elburz está llena de túneles e instalaciones de la guerra Irán-Iraq. Alguien que cava un pozo en una montaña junto a Qom, no es algo excepcional, y era muy difícil saber que precisamente ese agujero sería pantalla de una actividad nuclear”.
Un alto funcionario de Inteligencia israelí de esa época, sostiene que “Por un lado preocupa pensar que los iraníes lograron escondernos una cosa así por tanto tiempo, porque si consiguieron ocultar eso, entonces ¿qué más? Y por otro lado, nos alegró mucho descubrirlo, porque comprendimos su significado estratégico para los americanos y para el mundo”.
Poco tiempo después del descubrimiento, en mayo de 2008, llegó el presidente George Bush de visita a Israel. Olmert pidió volver a la cooperación completa en inteligencia, a pesar de la evaluación anual. Cuando ambos se reunieron en la oficina, Olmert solicitó a todos los presentes salir, y permaneció a solas con Bush. “Le voy a mostrar algo”, le dijo al presidente. “Es algo que le pido no hablarlo con nadie, ni siquiera con el Jefe de la CIA”. Bush aceptó y Olmert le presentó material muy clasificado que había reunido la inteligencia israelí acerca del proyecto nuclear iraní. Era un material comparable a una pistola humeante, algo que no deja ninguna duda de que los iraníes ciertamente pretendían producir armamento nuclear. “Venga, abramos los libros, y seamos transparentes uno con el otro”, le propuso Olmert al presidente.
“Pero usted sabe”, respondió el presidente, "está en el ADN de esos muchachos, no entregar fuentes ni métodos de trabajo. Será muy difícil imponerles eso”.
Olmert: “Entonces ha llegado el momento de cambiarlo, por lo menos con el tema Irán, que es tan estratégico y central. Les indicaré a mis muchachos venir a una reunión con los suyos, abrir el corazón y poner todo sobre la mesa. Dele usted la orden a sus hombres de que hagan lo mismo”. Bush aceptó.
First published: 13:30, 25.10.19