Cada año, las notas escondidas entre las grietas de las piedras del Muro de los Lamentos se eliminan antes de Pésaj y de las fiestas navideñas, y se entierran con otros papeles sagrados, de acuerdo con la ley judía, en el cementerio del Monte de los Olivos.
Este año, según un comunicado de la Fundación del Patrimonio del Muro de los Lamentos, "las piedras del Muro de los Lamentos, visitadas y tocadas por miles de personas de Israel y del mundo durante todo el año, fueron desinfectadas y limpiadas para proteger a aquellos que las visitan incluso ahora”.
La limpieza tuvo lugar el martes por la mañana y en esta ocasión se hizo especial hincapié en la higiene y el saneamiento. Las notas fueron retiradas con guantes y herramientas de madera desechables.
La declaración señaló que desde Rosh Hashaná, más de 18.000 notas de oración enviadas desde todo el mundo a través del sitio de Internet del Muro de los Lamentos se han colocado entre las piedras. Sumado a los cientos de miles de fieles que se acercan a dejar las suyas personalmente.
El rabino del Muro de los Lamentos y los lugares sagrados supervisó la limpieza y rezó allí por la recuperación de todos los que se enfermaron con el coronavirus, según el comunicado.
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Shmuel Rabinowitz, rabino del Muro de los Lamentos y sitios sagrados.
(Noam Moskowitz)
“Durante estos días difíciles en los que la plaga se está extendiendo por todo el mundo y amenazando nuestras vidas, recolectamos oraciones en el remanente de nuestro Templo destruido, oraciones al creador del Universo para que él nos envíe una curación completa y buena salud y redimirnos de este virus que nos ataca", manifestó el rabino Shmuel Rabinowitz.
