El grupo de defensa del Comité Judío Estadounidense (AJC, por sus siglas en inglés) anunció la apertura de una oficina en los Emiratos Árabes Unidos, la primera en la región árabe, en una medida bienvenida por el ministro de Relaciones Exteriores del estado del Golfo para promover el diálogo.
Los Emiratos Árabes Unidos y Bahrein establecieron vínculos diplomáticos con Israel en el 2020, en una serie de acuerdos alcanzados por intermediación de Estados Unidos bajo el nombre de “Acuerdos de Abraham”, convirtiéndose en los primeros países árabes en más de un cuarto de siglo en romper un tabú de larga data para la región.
"Su presencia en los Emiratos Árabes Unidos es parte de un cambio de mentalidad"
Ministro de Relaciones Exteriores emiratí
"Estamos encantados de tenerlos", expresó el lunes el ministro de Relaciones Exteriores, el jeque Abdullah bin Zayed al-Nahyan, en el foro global anual virtual del comité. "Su presencia en los Emiratos Árabes Unidos es parte de un cambio de mentalidad", agregó.
El Centro Sidney Lerner para el Entendimiento Árabe-Judío, tal el nombre de la nueva oficina de AJC, será dirigido por Marc Sievers, un ex funcionario del Departamento de Estado estadounidense que en sus casi cuatro décadas como diplomático sirvió en varios países del Medio Oriente, incluidos Israel, Marruecos, Turquía, Irak, Egipto y Arabia Saudita.
El AJC sostuvo que su nueva oficina promoverá los vínculos árabes-judíos y musulmanes-judíos, combatirá el antisemitismo y trabajará con las comunidades judías de la región.
El jeque Abdullah y su par de Bahrein, Abdullatif Al-Zayani, reiteraron que los acuerdos, firmados también por Sudán y Marruecos, tienen como objetivo ayudar a traer paz y prosperidad duraderas a través de la cooperación en campos como la tecnología y la salud.
"Tenemos que ser tolerantes para prosperar en una región desafiante", expresó el ministro emiratí y agregó que el esfuerzo global para "desafiar el extremismo y las ideas radicales no ha sido apropiado". El jeque Abdullah concluyó que encontrar una solución al conflicto palestino-israelí requeriría un pensamiento "estratégico" de ambas partes.