La celebración del Pésaj generalmente atrae a multitudes de israelíes que se reúnen para quemar montones de pan con levadura, conmemorando el éxodo bíblico de la esclavitud en Egipto.
Sin embargo, el miércoles entró en vigencia una cuarentena obligatoria que produjo que las calles de Jerusalem y otras ciudades se encuentren casi vacías durante el primer día de la semana de vacaciones, mientras que normalmente estarían salpicadas de fuegos y columnas de humo.
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Un judío ortodoxo cruza una calle principal desierta debido a las medidas del gobierno para ayudar a detener la propagación del coronavirus, en Bnei Brak.
(AP)
Esta semana, Israel impuso restricciones especiales para tratar de detener la propagación de la enfermedad.
Los judíos solo pueden celebrar el séder que comienza la temporada festiva del 8 al 15 de abril con la familia inmediata.
El viaje entre ciudades está prohibido hasta el viernes, con bloqueos de carreteras erigidos en los cruces principales que conducen desde Jerusalem a Tel Aviv.
Un toque de queda completo entró en vigencia el miércoles a las 3pm, justo antes de que comience el séder, y durará hasta el jueves por la mañana. Esto provocó una carrera por las compras de último minuto, que vio largas filas de israelíes con máscaras faciales fuera de las tiendas de comestibles.
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La policía patrulla las calles de Ramat Ganantes de comenzar el toque de queda.
(Moti Kimchi)
Algunas áreas encontraron soluciones para mantener vivas las tradiciones festivas en un mes que también verá a los cristianos celebrar la Pascua y a los musulmanes significa el comienzo del mes sagrado del Ramadán.
El municipio de Jerusalem recolectó el miércoles productos fermentados de contenedores de basura designados fuera de los hogares de las personas y se los llevó para quemarlos en una gran área abierta en las afueras de la ciudad.
Un rabino, acompañado por un bombero, arrojó un palo largo con punta de fuego sobre un parche de líquido inflamable que conducía a una pila de productos de pan con levadura, muchos de ellos todavía en bolsas de plástico, envolviendo el montículo en humo y llamas.
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El martes, al conocerse la noticia, se formaron largas filas en los supermercados.
(Sivan Hilai)
Un hombre de Jerusalem, Daniel Arusti, arrojó una caja de pan de papel en uno de los contenedores de basura fuera de su casa, en lugar de reunirse con su comunidad ultraortodoxa para quemarla en público.
"El año que viene, cuando la amenaza desaparezca, podremos rehacer la quema pública de jametz (pan con levadura) juntos, como deberíamos", explicó Arusti.
Al no poder reunirse en persona, algunos israelíes planean llevar a cabo el séder con amigos y familiares en línea mediante plataformas de videoconferencia.
Según rabinos ortodoxos, la llamada debe estar en funcionamiento antes del inicio de la celebración, y dejarse encendida hasta la noche siguiente al séder, cuando concluya el primer día del Pésaj. Las autoridades religiosas también aclararon que el permiso se otorga "sólo para tiempos de emergencia".
