Purim es una festividad que celebra el milagro de la salvación del pueblo de Israel en tiempos del exilio en Persia.
Es la única festividad establecida en el exilio, y esto puede observarse en las características de la misma. Mucha alegría, muchos disfraces y gente embriagada para, en cierto punto, cubrir el dolor.
A fin de cuentas, incluso después de la salvación, los judíos permanecieron en el exilio a merced de gobernantes extranjeros.
Pero en Purim nos centramos en los aspectos positivos y alegres de la salvación, como de la posibilidad de confiar en Dios en cualquier situación, y nos olvidamos del dolor del exilio.
Los tiempos del rey Asuero en Persia son también los tiempos en los que comienza “Shivat Tzion” (el regreso de los judíos a la Tierra de Israel). Es justamente en la Tierra de Israel donde está la solución al problema del exilio: el restablecimiento de un Estado judío en la tierra de nuestros padres.