Las autoridades israelíes pidieron el jueves a los 2.000 peregrinos judíos que están bloqueados en la frontera entre Ucrania y Bielorrusia, que vuelvan a sus casas ya que las restricciones en vigor debido a la pandemia no les permitirán participar en la habitual a la peregrinación de Rosh Hashaná (Año Nuevo judío) a la tumba del rabino Nahman de Breslev (1772-1810), fundador del movimiento jasídico.
Unos 2.000 de estos peregrinos llegados de Israel, pero también de Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos, están en Bielorrusia e intentan llegar a Ucrania para una peregrinación. Más de 1.000 personas están atrapadas en "tierra de nadie" en condiciones precarias.
Las autoridades ucranianas han reiterado repetidamente que no entrarán en el país, ya que sus fronteras están cerradas a los extranjeros a causa de la pandemia de COVID-19, acusando además a Bielorrusia de exacerbar la crisis.
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Los fieles esperan que Ucrania abra su frontera con Bielorrusia para visitar la tumba del fundador del movimiento jasídico.
(AFP)
"Ucrania ha anunciado que no permitirá la entrada en su territorio (...). Hago un llamamiento a nuestros ciudadanos para que regresen a Israel y cumplan las medidas de cuarentena a su llegada", declaró el jueves el ministro israelí de Educación Superior y Agua, Zeev Elkin.
Deseando participar en una peregrinación a Uman, en el centro de Ucrania, estos judíos jasídicos pensaban poder eludir, pasando por Bielorrusia, las restricciones impuestas por Kiev ante el recrudecimiento de los casos del nuevo coronavirus en el territorio ucraniano.
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Los fieles duermen al costado de una carretera en Bielorrusia a la espera de poder ingresar a Ucrania.
(AFP)
El jueves por la mañana, según Kiev, que les suministra agua y alimentos, las miles de personas atrapadas en el puesto fronterizo de Novi Yarylovychi -que las autoridades ucranianas han "cerrado completamente"- no daban ninguna señal de querer volver atrás.
La situación no cambió
"La situación no cambió. Son cerca de 1.000 en la frontera ucraniana y hasta 2.000 si se cuentan los que se encuentran en el territorio bielorruso", declaró el jueves Andri Demchenko, portavoz de los guardias fronterizos ucranianos, que asegura que la situación está "tranquila". Y añadió: "Bailan, cantan y rezan".
La peregrinación está prevista del 18 al 28 de septiembre.
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Los peregrinos no tienen intenciones de abandonar la zona hasta que les permitan ingresar a Ucrania.
(AFP)
Este año, los peregrinos a Uman son apenas 2.000 según uno de ellos, Moshe Garcin, de 44 años, que llegó con "el último avión" antes del cierre de las fronteras ucranianas, el 27 de agosto.
"Bielorrusia está bloqueada, cerrada. La gente comienza a regresar a Israel", dijo a la AFP por teléfono.
"Todas las aduanas están cerradas, no dejan entrar a nadie. Incluso han empezado a cerrar las aduanas a través de Polonia y otros países por los que se podría haber ingresado a Ucrania", añadió.
La presidencia ucraniana hizo un llamamiento a las autoridades bielorrusas para que "dejen de exacerbar" esta crisis fronteriza y "no hagan declaraciones falsas de esperanza para los peregrinos" en cuanto a su apertura.
El presidente bielorruso Alexander Lukashenko pidió el martes "la apertura de un corredor" humanitario hasta Uman para los peregrinos.
