Los judíos jasídicos tendrán que renunciar a una peregrinación anual a la ciudad ucraniana central de Uman este año debido a la pandemia de coronavirus, comunicó el alcalde de la ciudad.
Cada año nuevo judío, decenas de miles de judíos visitan la tumba del rabino Najman de Breslev, quien revivió el movimiento jasídico y murió en 1810.
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Miles de feligreses fuera del lugar de enterramiento del rabino Najman de Breslev.
(Ynet)
Esta tradición se remonta a 1811, cuando el principal discípulo del rabino, Natán de Breslev, organizó la primera peregrinación de este tipo en el Rosh Hashaná después de la muerte de Najman.
En estos días, las festividades reúnen no solo a los judíos jasídicos asquenazíes, sino también a los judíos mizrajíes e incluso a los judíos tradicionalistas y no observantes.
Este año, las celebraciones de Rosh Hashaná se realizarán del 18 al 20 de septiembre.
"El sentido común indica que la llegada de decenas de miles de peregrinos jasídicos a Uman para llevar a cabo la celebración en el formato tradicional es imposible", afirmó el alcalde Oleksandr Tsebriy.
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Judios rezando en una sinnoga cerca del lugar de entierro del rabino Najman de Breslev.
(Ynet)
También citó la ola de coronavirus que azota tanto a Ucrania como a Israel, y la dificultad de controlar el cumplimiento de las medidas de salud requeridas.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, miembro de la comunidad judía, ha examinado varias opciones posibles para permitir la peregrinación.
Entre las distintas alternativas analizadas están la limitación del número de feligreses, la peregrinación en grupos pequeños y las pruebas de COVID-19 para todos los recién llegados.
La comunidad judía en Ucrania ha expresado su objeción a suspender el evento masivo.
