El Partido Laborista, opositor del gobierno del Reino Unido, acordó pagar por los daños ocasionados a siete ex empleados que fueron difamados tras denunciar antisemitismo.
El año pasado los denunciantes criticaron públicamente el manejo de quejas antisemitas dentro del partido. Decidieron acudir a la justicia cuando la conducción anterior del laborismo inglés señaló a estos empleados como un grupo con “motivaciones personales y políticas”. A su vez, fueron acusados de boicotear a Jeremy Corbyn, el entonces líder laborista.
Mark Henderson, en representación del Partido Laborista, reconoció este miércoles ante el Tribunal Superior que “las afirmaciones que cayeron sobre los demandantes son falsas” y se disculpó con los siete damnificados.
John Ware, el periodista que entrevistó a los siete ex empleados, también recibirá una indemnización por daños y perjuicios, luego de que el partido lo acusara de “inventar declaraciones” y le cuestionaran su ética periodística. El monto total de las compensaciones no fue detallado, pero medios locales informaron que se trata de una “suma de seis cifras”.
Keir Starmer, nuevo líder del Partido Laborista, expresó que está comprometido a abordar el problema de antisemitismo dentro de sus filas y llevar al partido a una posición centrista, luego de un período en que el movimiento fue liderado por sectores de izquierda.
“El antisemitismo es una mancha de los últimos años, y si queremos restaurar la confianza de la comunidad judía debemos demostrar un cambio”, admitió el partido a través de un comunicado.