Este lunes, en Brooklyn, Nueva York, decenas de sobrevivientes del Holocausto cantaron y bailaron en un concierto celebrado en su honor. Se trató de la primera gran reunión de víctimas del nazismo en la ciudad luego de meses de aislamiento obligados por la pandemia de coronavirus.
Se realizó un concierto del popular cantante judío ortodoxo Yaakov Shwekey, organizado por Nachas Health and Family Network y otros grupos que ayudan a los más de 35.000 sobrevivientes del Holocausto que se estima viven en el área metropolitana de la ciudad de Nueva York.
"Es extremadamente bueno para el alma, para el corazón, ver a la gente salir una vez más y socializar", dijo Dolly Rabinowitz, quien se sentó en la primera fila del auditorio de la Yeshivá de Flatbush junto con otros sobrevivientes del Holocausto y estudiantes de una escuela judía.
La mayoría de los participantes del concierto tienen entre 80 y 90 años, por lo que el año pasado -debido a su edad- debieron permanecer aislados en su hogares para no contraer el virus. "Salir una vez más es como revivirnos. Sentarnos entre nuestros hijos y nietos es reconfortante", aseguró Rabinowitz, quien estuvo Auschwitz.
Muchos de los sobrevivientes llegaron a la celebración en autobuses escolares amarillos que los recogieron por sus hogares. "Esto se siente como volver a la escuela", afirmó Henry Rosenberg, de 92 años, al entrar en la Yeshivá de Flatbush. "Es bueno sentir el aire fresco otra vez; este tiempo fue duro", añadió, haciendo referencia a la pandemia y las diversas cuarentenas.
Algunos estudiantes que participaron de la celebración recibieron a los sobrevivientes y ayudaron a aquellos con problemas de movilidad a sentarse en la cafetería. Luego, caminaron juntos hasta el teatro de la escuela para el espectáculo.
Se vivió un momento muy emocionante cuando, tomados de las manos, muchos sobrevivientes se tragaron las lágrimas al escuchar una versión instrumental en violín y piano de "Ani Ma'amin", que en hebreo significa "Creo". Esta canción fue entonada por muchos judíos mientras eran llevados a los campos de concentración.
"En algún momento, ya no vamos a tener a estos sobrevivientes del Holocausto para que cuenten sus historia, por lo que es crucial para nosotros estar con ellos, conocer sus relatos y apreciarlos", dijo Michael Oved, de 17 años, quien se graduó recientemente de la escuela secundaria y pronto asistirá a la Universidad de Harvard.
"La lección que nos dejan los sobrevivientes es la de siempre seguir adelante. Estas personas han sufrido el infierno, pero igual están aquí de pie. Y durante la pandemia, fueron muy fuertes otra vez", añadió el menor de edad.