Ortodoxos rezando fuera de una sinagoga en Bnei Brak.
Ortodoxos rezando fuera de una sinagoga en Bnei Brak.
AFP
Un hombre rezando en una calle de la ciudad de Bnei Brak.

Los criticados ortodoxos israelíes dicen haberse adaptado a las restricciones por el coronavirus

A diferencia de los primeros días de la pandemia, los residentes de la ciudad ultraortodoxa de Bnei Brak decidieron comenzar a protegerse contra el virus, debido a la alta morbilidad en la zona, y se acostumbraron a la nueva realidad.

AFP |
Published:
"¡Está claro! Somos el blanco" de las nuevas restricciones, se queja Yonathan, con mascarilla azul que cubre parte de su barba, en una acera en Bnei Brak, ciudad ultra-ortodoxa de Israel, y que es una de las zonas donde se ha restaurado el confinamiento parcial para contener una nueva oleada de casos de coronavirus.
En esta ciudad, suburbio de Tel Aviv, hombres con levitas negras apuran el paso en las primeras horas de la mañana del lunes, levantando a su paso una fina nube de polvo, iluminada por los primeros rayos del sol.
Mascarilla azul, blanca, o improvisada: casi todos llevan tapadas sus bocas, contrastando con los primeros días de la epidemia.
4 צפייה בגלריה
Un hombre rezando en una calle de la ciudad de Bnei Brak.
Un hombre rezando en una calle de la ciudad de Bnei Brak.
Un hombre rezando en una calle de la ciudad de Bnei Brak.
(AFP)
Bnei Brak fue señalada en marzo como la ciudad de "los chicos malos" del coronavirus, obligando al gobierno a desplegar al ejército para ayudar a la policía a hacer cumplir las medidas de confinamiento en la ciudad.
Pero, tras registrar tasas récord de contagios en todo el país desde agosto, Israel decidió reimponer el confinamiento, eso sí, parcial. Programado al comienzo desde el lunes de noche en unas de 40 ciudades, incluidos los sectores árabes del norte y el ultra-ortodoxo Bnei Brak, se postergó por 24 horas, anunció el ministerio de Salud en un comunicado.
"Debería ser para todo el país, no solamente nosotros", dice Avraham, sobreviviente del Holocausto, con sus penetrantes ojos azules mirando por encima de sus gafas rectangulares. "¿Por qué nosotros?", pregunta.
Matrimonio adelantado
Este octogenario, ex profesor de secundaria, va a recitar el Talmud en una pequeña sinagoga de su barrio. En el interior, los hombres están separados por láminas de plástico transparente, algo novedoso debido a la pandemia.
4 צפייה בגלריה
Ortodoxos rezando fuera de una sinagoga en Bnei Brak.
Ortodoxos rezando fuera de una sinagoga en Bnei Brak.
Ortodoxos rezando fuera de una sinagoga en Bnei Brak.
(AFP)
En la sinagoga, actualmente solamente hay decanos. Los cadetes, señala, se encuentran en yeshivas (escuelas talmúdicas), fuera de Bnei Brak para separar a los jóvenes de los mayores, que corren más riesgos de contagio.
Si bien el rumor de un nuevo confinamiento había aumentado en los últimos días, una boda en su familia fue adelantada para el domingo, cuestión de evitar las restricciones. Ese mismo día las autoridades decidieron imponer varias medidas a partir del día siguiente, lo que incluye la prohibición de reuniones de más de diez personas en el interior y 20 en el exterior.
“Los mayores estuvimos allí hasta las 21, y después llegaron los jóvenes. Arreglamos los horarios para que no se propagase el virus e infectara a los mayores, que somos más vulnerables", explica.
4 צפייה בגלריה
Ortodoxos rezan separados por láminas de plástico en una sinagoga de Bnei Brak.
Ortodoxos rezan separados por láminas de plástico en una sinagoga de Bnei Brak.
Ortodoxos rezan separados por láminas de plástico en una sinagoga de Bnei Brak.
(AFP)
"Mi esposa utilizó su mascarilla durante toda la noche e inclusive prefirió no comer para no tener que quitársela", añadió.
Un poco más adelante, Chanoch Vexler ora en la primera planta de un edificio, observando a través de una ventana a una veintena de sus familiares haciéndolo en el patio, con en el incesante ruido de la calle desde donde llega un concierto de cláxones.
Sinagoga exterior
Para proteger a este hombre de salud frágil, se improvisó una sinagoga al aire libre frente al edificio. Los ventiladores remueven el aire, a veces haciendo pasarse solas las páginas de los libros de oraciones.
El despliegue de los rollos de la Torá casi hace caer una botella de gel hidroalcohólico en un vértice de la mesa.
"Es una adaptación al coronavirus", señala Yaacov, de 72 años, quien utilizó su mascarilla sanitaria durante los casi 50 minutos de oración, en tanto estaba conectado por un tubo a su aparato de oxígeno porque sufre problemas pulmonares.
4 צפייה בגלריה
Niños ortodoxos en Bnei Brak.
Niños ortodoxos en Bnei Brak.
Niños ortodoxos en Bnei Brak.
(AFP)
Los partidos religiosos, integrantes del gobierno de unidad del primer ministro Benjamín Netanyahu, lo han instado en los últimos días a optar por un nuevo confinamiento menos estricto.
"A causa de la resistencia de los religiosos, Netanyahu decidió un toque de queda por las noche (desde las 19 horas hasta las 5) y no un confinamiento total" en las ciudades señaladas, se congratula Yaacov, a quien le gusta orar al aire libre.
Este nuevo confinamiento prevé también el cierre de las escuelas, algo que Yonathan no sabía.
"Hay mucha información que no llega hasta nosotros. Nos ponemos la mascarilla, hacemos lo que sea" necesario contra el coronavirus, destaca.
Comentarios 0