El sobreviviente del Holocausto Eddie Jaku, que el año pasado publicó sus memorias rápidamente convertidas en best-seller, "El hombre más feliz de la Tierra", murió en Sydney, informó un líder de la comunidad judía. Tenía 101 años.
"Eddie Jaku fue un faro de luz y esperanza no solo para nuestra comunidad, sino para el mundo", señaló Darren Bark, director ejecutivo de la Junta de Diputados Judíos de Nueva Gales del Sur.
"Siempre será recordado por la alegría que desprendía y su constante resistencia frente a la adversidad", agregó Bark.
El primer ministro Scott Morrison rindió homenaje a la decisión de Jaku de "hacer de su vida un testimonio de cómo la esperanza y el amor pueden triunfar sobre la desesperación y el odio". “Será extrañado por todos, especialmente por nuestra comunidad judía. Fue una inspiración y una alegría”, agregó Morrison.
“No odio a nadie. El odio es una enfermedad que puede destruir a tu enemigo, pero también te destruirá a ti. La felicidad no cae del cielo. Está en tus manos. Estoy haciendo todo lo que puedo para hacer de este mundo un lugar mejor para todos”
Eddie Jaku en 2019
El ministro del Tesoro de Australia Josh Frydenberg, cuya madre judía-húngara también sobrevivió al Holocausto y llegó a Australia en 1950 como una niña apátrida, dijo que "Australia ha perdido a un gigante".
"Dedicó su vida a educar a otros sobre los peligros de la intolerancia y la importancia de la esperanza", dijo Frydenberg en un comunicado. “Marcado por el pasado, solo miró hacia adelante. Que su historia se cuente para las generaciones venideras”, agregó.
Jaku dijo en un discurso en Sydney en 2019: “No odio a nadie. El odio es una enfermedad que puede destruir a tu enemigo, pero también te destruirá a ti. La felicidad no cae del cielo. Está en tus manos. Estoy haciendo todo lo que puedo para hacer de este mundo un lugar mejor para todos”.
Jaku nació como Abraham “Adi” Jakubowiez en abril de 1920 en la ciudad alemana de Leipzig. Sus padres y muchos miembros de su familia no sobrevivieron a la guerra. Fue expulsado de la escuela en 1933 a la edad de 13 años porque era judío, pero logró terminar su educación secundaria en otra ciudad bajo un alias en 1938 con un título en ingeniería de precisión.
Jaku dijo que su preparación le ahorró las cámaras de gas en los años siguientes porque trabajó como esclavo. Fue enviado y escapó de campos de concentración, incluidos Buchenwald y Auschwitz, donde sus padres fueron asesinados en cámaras de gas a su llegada.
Se escapó de lo que sospechaba que era una marcha de la muerte como prisionero de Auschwitz mientras se acercaban los aliados. Pasó meses escondido antes de que las tropas estadounidenses lo encontraran famélico y enfermo de cólera y fiebre tifoidea.
En 1946, se casó en Bélgica con su esposa judía Flore, que había pasado una guerra relativamente tranquila en París fingiendo ser cristiana, y emigraron a Australia en 1950.
Él trabajaba en un garaje de Sydney y su esposa como modista antes de empezar a trabajar juntos en el sector inmobiliario.
Siempre marcado con un número de prisionero de Auschwitz tatuado en su brazo izquierdo, también se convirtió en voluntario en el Museo Judío de Sydney, compartiendo sus experiencias y filosofías de vida con los visitantes. "Cuando alguien dejaba que Eddie le hable, la perspectiva de vida de esa persona cambiaba”, dijo el director ejecutivo del museo, Norman Seligman, a la televisión Nine Network.
Jaku dijo con el nacimiento de su primer hijo Andre: "Me di cuenta de que era el hombre más feliz de la Tierra". Le sobreviven la que fue su esposa durante 75 años, sus hijos Andre y Michael, cuatro nietos y cinco bisnietos.