Este martes, una mujer alemana de 96 años, identificada como Irmgard Furchner y acusada de cometer crímenes de guerra durante la Segunda Guerra Mundial, compareció ante un juez en la ciudad norteña de Itzehoe. El mes pasado, la acusada fue detenida después de huir de una audiencia judicial.
Según las pruebas, Furchner, mecanógrafa en el campo de concentración polaco de Stutthof entre 1943 y 1945, habría contribuido cuando tenía 18 años al asesinato de 11.412 personas. Este centro de exterminio, cercano a la ciudad de Gdansk, funcionó de 1939 a 1945 y culminó con la vida de más de 65.000 prisioneros de guerra y judíos.
Ante el inicio del juicio, la acusada fue llevada en silla de ruedas a la sala del tribunal. Su rostro era apenas visible detrás de una máscara blanca y un pañuelo que le cubría los ojos. La seguridad fue intensa cuando el juez y el personal legal se dirigieron a la corte.
La presentación de Furchner, quien enfrenta un juicio en un tribunal de adolescentes debido a su corta edad al momento de los presuntos delitos, debió haberse llevado a cabo hace semanas, pero se pospuso porque el 30 de septiembre se fugó de su casa para no ser enjuiciada. Varias horas después, fue detenida por agentes policiales de Alemania.
La mujer alemana es la última nonagenaria acusada de crímenes durante el Holocausto, por lo que los fiscales consideran una prioridad aprovechar el tiempo para hacer justicia.
