Un sospechoso está bajo custodia en Nueva York esta semana después de que le disparara a un niño de siete años y a su padre con una pistola de aire comprimido frente a una tienda de comestibles Kosher en el estado de Nueva York.
El niño recibió una herida superficial en la oreja y su padre recibió un impacto en el pecho. Aunque físicamente bien, se describió que el niño sufría de angustia emocional.
El sospechoso por el ataque, Jason Kish, de 25 años, se enfrenta a múltiples cargos, incluido el asalto en el marco de un crimen de odio y poner en peligro el bienestar de un niño.
Los ataques antisemitas registraron un aumento en EE.UU., lo que llevó a un grupo bipartidista de legisladores a pedir un "enfoque de todo el gobierno" para contrarrestar la creciente amenaza.
Según la Liga Antidifamación, hubo un aumento del 167 % en las agresiones antisemitas en 2021, en comparación con el año anterior. El FBI, que también monitorea la tendencia, informó un aumento del 6% solo en 2020.
Las estadísticas se producen cuando la retórica antisemita ha recibido un impulso del magnate de la música Kanye West, que ahora se hace llamar Ye, quien lanzó su ataque contra los judíos en las redes sociales y la televisión.
Sus últimas diatribas incluyeron elogiar a Hitler y pedir a los judíos que perdonaran al asesino en masa nazi. No obstante sus dichos, el propio Donald Trump recibió a West junto con el negador del Holocausto Nick Fuentes en su casa de Florida a fin de noviembre.
Después del tiroteo del padre y el hijo en Nueva York, el alcalde Eric Adams dijo que los ciudadanos no aceptan el odio y ayudaron voluntariamente al departamento de policía a detener al agresor. “Esa combinación es lo que crea un ambiente seguro”, dijo el alcalde.