Nueva Zelanda homenajeó este domingo el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto, con una ceremonia a la que asistieron miembros de la comunidad judía del país y funcionarios de alto nivel.
El Centro del Holocausto de Nueva Zelanda, la principal organización del país sobre la educación y recordación de la Shoá, albergó la ceremonia, a la que se presentaron cientos de personas, entre ellas emisarios de Bnei Akiva (el movimiento juvenil sionista más grande del mundo).
“Debemos escuchar las historias de sobrevivientes del campo de exterminio de Auschwitz. Su historia debe ser escuchada”, afirmó la primera ministra Jacinda Ardern.
El sobreviviente Bob Narev, quien fue reconocido como oficial de la Orden de Mérito de Nueva Zelanda por sus servicios en la preservación de la historia del genocidio, también estuvo presente y expresó su gratitud a los cientos que asistieron a la ceremonia y compartieron la memoria colectiva del Holocausto.
Se mostró particularmente agradecido por la plegaria que se realizó en maorí, el idioma hablado por la población indígena de Nueva Zelanda. “Es excitante ver la movilización de los neozelandeses por los sobrevivientes del Holocausto que viven entre nosotros y por la conmemoración de la memoria del Holocausto”, afirmaron Elisheva y Noam Vogel, de Bnei Akiva.