Unas 3.000 personas se reunieron el último domingo frente al Capitolio de Estados Unidos en Washington para manifestarse contra el creciente antisemitismo en todo el mundo y, especialmente, en Estados Unidos.
"Mirando a todos ustedes queda claro que en lugar de dividirnos, los enemigos del pueblo judío, ya sean de derecha o de izquierda, en casa o en el extranjero, nos han unido"
Elisha Wiesel, empresario estadounidense
El acto, denominado "No Fear: A Rally in Solidarity with the Jewish Community", fue organizado por la Alianza por Israel, la Liga Antidifamación y el Comité Judío Estadounidense, con socios de todo el espectro político y religioso.
Entre los oradores destacados se encontraba Elisha Wiesel, hijo del Premio Nobel Elie Wiesel, que desempeñó un papel fundamental en la organización del acto.
"Mirando a todos ustedes queda claro que en lugar de dividirnos, los enemigos del pueblo judío, ya sean de derecha o de izquierda, en casa o en el extranjero, nos han unido", aseguró Wiesel durante el discurso.
"Aquí estamos, una coalición de judíos y aliados de todos los orígenes, todas las creencias políticas y todas las afiliaciones religiosas, que se unieron para hacer frente al antisemitismo", remarcó.
"Aquí estamos, una coalición de judíos y aliados de todos los orígenes, todas las creencias políticas y todas las afiliaciones religiosas, que se unieron para hacer frente al antisemitismo"
Elisha Wiesel, empresario estadounidense
Otros oradores importantes fueron Meghan McCain, hija del difunto senador de Arizona John McCain; el ex senador de Minnesota Norm Coleman, presidente de la Coalición Judía Republicana; y Ron Klein, ex congresista demócrata del sur de Florida que preside el Consejo Demócrata Judío de América.
También participaron la actriz y escritora israelí-estadounidense Noa Tishby; el rabino Shlomo Noginski, que fue apuñalado fuera de una escuela judía de Boston a principios de este mes; y el rabino Jeffrey Myers, de la Sinagoga del Árbol de la Vida en Pittsburgh, Pensilvania, que fue el objetivo de un ataque de disparos en octubre de 2018 en el que murieron 11 personas.
La manifestación se produjo en medio de una oleada de ataques antisemitas en todo el mundo y en Estados Unidos en particular, exacerbada por la pandemia mundial de COVID-19 y las afirmaciones que la acompañan por parte de algunos extremistas, que alegan que el agente patógeno fue diseñado por judíos, sionistas, o incluso por el propio Israel, en un intento de dominación mundial.