Con globos con los colores de la bandera nacional ucraniana y momentos antes de que entre en vigor el toque de queda nocturno, los judíos que quedan en Ucrania celebraron Purim bajo el incesante bombardeo ruso.
El rabino jefe de Odesa y emisario de Jabad en la ciudad, el rabino Abraham Wolf, le dijo a Ynet que "ciertamente celebraremos Purim con las personas que quedan aquí, a pesar de la guerra".
“La gente que se quedó aquí tiene derecho y debe celebrar la festividad, y lo haremos de la mejor manera posible. El toque de queda fue aplazado de 7 p.m. a 8 p.m. para que pudiéramos leer el Rollo de Esther. La sinagoga está decorada con globos de los colores de la bandera ucraniana, azul y amarillo, nos aseguraremos de que todos estén felices mientras celebramos Purim", comentó Wolf.
Según el rabino Wolf, gran parte de la comunidad judía de la ciudad, incluidos los huérfanos, ya han huido a Berlín. “Todos aquellos que deseaban evacuar ya se fueron de Odesa. A partir de ahora, continuamos ayudando a las personas a evacuar, y la mayoría de ellos son locales, todos los israelíes ya se han ido", añadió.
"La mayoría de las veces, nuestros sentimientos oscilan entre la ansiedad y el miedo a medida que escuchamos alarmas y explosiones constantemente. Pero estamos aguantando y fortaleciendo a la comunidad. Estamos preparando las máscaras para la festividad y preparándonos para la fiesta de Purim", subrayó el rabino Wolf.
Unos 600 kilómetros al norte de Odesa, en Járkov, fuertemente bombardeada, la comunidad judía restante trata de reunir lo que queda. El miércoles, el edificio de su yeshivá recibió un impacto directo de un misil que diezmó por completo sus instalaciones.
"Fuimos bombardeados desde el comienzo de la guerra, y todas las ventanas de nuestra sinagoga y escuela se rompieron", dijo la rabina Miriam Moskowitz. "Nuestra antigua sinagoga, que recibimos hace 32 años cuando recién llegamos, también sufrió un impacto directo de un misil, y todo quedó destruido", agregó.
“Cuando el misil golpeó el edificio, afortunadamente sólo estaba el guardia adentro porque nadie ha estudiado allí desde que comenzaron los combates. En nuestra sinagoga, preparamos comida para los necesitados y tenemos autos con conductores muy valientes que conducen durante los bombardeos para proporcionar comida. También hicimos hamantaschen y shalach manos [un paquete festivo lleno de dulces] para la festividad, pero es muy difícil", explicó Miriam.
El esposo de Moskowitz, el rabino Moshe Moskowitz, un emisario de Jabad y el rabino principal de Járkov, expresó que le resultó difícil presenciar los eventos que se desarrollaban.
“Cada establecimiento judío en Ucrania es un símbolo de libertad, un símbolo para el futuro, y de repente ves un misil que cae en el edificio de la yeshivá, un lugar en el que los rabinos crecían, estudiaban, desde donde eran enviados a todos los países de la región. Es muy difícil, pero si Dios quiere, volveremos y reconstruiremos e incluso mejor que antes", se esperanzó.
En Kiev, el emisario de Jabad, el rabino Moshe Azman, dijo que llegaron hasta su puerta unos 100 refugiados de la parte norte de la ciudad, que huyeron de la zona de guerra.
"Los salvamos, les dimos un lugar para quedarse y todavía están aquí porque Kiev ha estado bajo toque de queda durante dos días. Juntos celebraremos Purim, con la esperanza de levantarles el ánimo y esperando que todo termine pronto", contó.
El rabino Azman también invitó a cualquier judío cercano que desee celebrar la festividad con ellos una vez que se levante el toque de queda.
"Tenemos una sinagoga enorme, por lo que hay mucho espacio. El toque de queda se levantará por la mañana y entregaremos shalach manos a cientos de personas mayores que están castigadas en sus hogares. Aquí hay una verdadera catástrofe humanitaria. Ayudamos con lo que podemos, tenemos autos y viajamos por toda la ciudad para llevar alimentos y medicinas”, señaló.
Otras ciudades ucranianas como Zaporizhzhia, Uzhhorod, Kryvyi Rih, Zhytomyr y ciudades del oeste del país, actualmente tranquilas, también celebrarán Purim.
En la ciudad occidental de Lviv, los feligreses leerán el Rollo de Esther de la festividad y realizarán fiestas de Purim en varios lugares, incluidas sinagogas y un refugio que alberga a refugiados y periodistas de habla hebrea de Israel.