El ministro de Salud, Yuli Edelstein, informó el jueves 14 de enero que Israel comenzará a vacunar a todos los prisioneros la próxima semana, incluidos los prisioneros palestinos de máxima seguridad que se encuentren detenidos en las instalaciones correccionales israelíes.
“Nos adherimos a todas las directrices del comité de prioridades”, señaló Edelstein mientras visitaba un centro de vacunación en la ciudad central de Ramle, refiriéndose al panel del Ministerio de Salud encargado de establecer las prioridades de la política nacional de vacunación.
El comité recomienda que reciban la inyección todos aquellos que son mayores de 50 años, incluidos quienes se encuentran privados de su libertad.
Sin embargo, el ministro de Seguridad Pública, Amir Ohana, hasta ahora tenía la instrucción de abstenerse de vacunar a los reclusos contra COVID-19.
Ohana ha pedido que las vacunas se administren sólo a los guardias de la prisión, no a los reclusos, hasta que se inocule a un mayor número de civiles israelíes.
Hablando el jueves, Edelstein señaló al respecto: “No voy a diferenciar y comprobar qué vacuna fue para el carcelero y cuál para el prisionero”.
Los comentarios del ministro de Salud están en consonancia con lo expresado por el presidente de Israel, Reuven Rivlin, quien opinó en contra de la instrucción de Ohana, al señalar que era inconsistente con los valores del Estado de Israel y del judaísmo.
“Impedir el tratamiento médico para salvar vidas a las personas en prisión, ya sea debido a una sentencia impuesta por el tribunal o debido a la detención antes de la sentencia, es inconsistente con nuestros valores, los valores del Estado, el judaísmo y la democracia”, declaró Rivlin en una declaración del jueves por la mañana.
Rivlin pidió que Edelstein se asegure de que “el asunto se resuelva tan pronto como sea posible”, destacando su importancia “para mantener la salud de los prisioneros y el personal del Servicio de Prisiones”.
Además, la oficina del fiscal general le dijo a Ohana que su orden de no vacunar a los prisioneros fue dada “sin autoridad”, ya que sólo el Ministerio de Salud podía decidir quién debía ser vacunado.
En respuesta a la orden del ministro de Seguridad Pública, cinco grupos de derechos humanos pidieron el domingo al Tribunal Superior de Justicia que anulara la decisión. La petición exigía que el Servicio de Prisiones de Israel “vacunara a toda la población reclusa de acuerdo con la prioridad de vacunación establecida por el Ministerio de Salud”, dijeron las organizaciones en una declaración conjunta.
Israel está actualmente impulsando su campaña de vacunación y comenzó a administrar al público la segunda dosis de la vacuna contra el coronavirus de Pfizer el domingo, tres semanas después de haber iniciado su campaña nacional de vacunación.