Decenas de propietarios de pequeñas empresas de la industria de la confección se manifestaron en Tel Aviv este jueves para protestar contra las restricciones de cierre. Los comerciantes aseguran que las diferentes medidas puestas por el gobierno han causado su ruina financiera.
A modo de protesta, para bloquear el tráfico algunos de los manifestantes prendieron fuego sus propios productos en medio de la calle. Los perjudicados por el cierre acusan al gobierno de Benjamín Netanyahu de discriminarlos, ya que sí permite que las cadenas de supermercados vendan ropa, juguetes y libros.
Los comerciantes portaban carteles con frases como "nos están matando". También, en la protesta, se dio a entender que los minoristas internacionales tienen mayores beneficios que las empresas locales.
"Voté toda mi vida por el Likud y siempre fui admirador del primer ministro Netanyahu, pero este gobierno nos ha arrojado al abismo de la desesperación. No sé por quién votaré la próxima vez…", aseguró un manifestante.
Rohi Cohen, presidente de la Federación de Organizaciones de Pequeñas Empresas de Israel, dijo que no había justificación para cerrar negocios en áreas que no tienen altas tasas de contagio. "La gente está siendo destruida. No tiene dinero para comprar comida y mantener a sus familias", aseguró.
Además, Cohen opinó que el 60% del país debería estar operando normalmente y que la decisión del gobierno de cerrar equivalía a un castigo colectivo injustificable, que afecta tanto a la sociedad como a la salud pública. "Lo que vemos aquí es ira y desesperación. Los israelíes están viendo cómo el trabajo de toda su vida se desmorona”, agregó.
Ante las diferentes quejas de los comerciantes, el gabinete encargado del manejo de la pandemia considera una apertura progresiva, incluyendo el levantamiento gradual de las restricciones en áreas donde los casos de coronavirus son leves.