Un ejército de pulpos cuida a los bebés de un hospital en Israel. Se trata de una iniciativa llevada a cabo por la coordinadora del club “modelo” de personas mayores del Consejo Regional de Eshkol, en el sur del país. Los muñequitos colocados dentro de las incubadoras tienen una función esencial: en lugar de tirar de las vías de suministro de medicamentos o de los tubos de oxígeno, los bebés prematuros tiran de los brazos de los pequeños pulpos.
A partir de una idea de Hadas Greenspan, que coordina el grupo de adultos mayores del Kibutz Ein Hashlosha, junto a su amiga, una enfermera neonatal del hospital Soroka de Beer Sheba, comenzó el proyecto a través del cual doce abuelas tejieron en los últimos meses decenas de muñecos.
"Esta iniciativa tiene algunos beneficios", cuenta Greenspan. “Ayuda a pasar el tiempo en los días de aislamiento, mantiene un alto nivel de cognición y entrena la motricidad fina. Y más allá de su beneficio personal, se crea un producto que es importante a nivel médico para los bebés prematuros. El momento más emocionante es ver a los bebés abrazar al pulpo”, detalla.
El grupo de señoras ahora va por más y su objetivo es llegar con el proyecto a otros hospitales.
