El primer ministro Benjamín Netanyahu reavivó la disputa por una controvertida marcha de la derecha por el barrio musulmán de la Ciudad Vieja de Jerusalem. La misma había sido cancelada el lunes pasado después de que los organizadores rechazaran una nueva ruta sugerida por la policía.
En consultas nocturnas el lunes, Netanyahu encargó al comisionado de policía de Israel, Kobi Shabtai, que proporcionara rutas alternativas para que la marcha pudiera continuar. Sin embargo, el ministro de Defensa, Benny Gantz, y el fiscal general Avichai Mandelblit, insistieron en que el asunto debe ser decidido por el Gabinete de Seguridad, que se reunirá el martes por la tarde.
La marcha de las banderas normalmente tiene lugar el Día de Jerusalem, que cae en mayo, pero este año fue interrumpido por el aluvión de cohetes lanzados por Hamás desde Gaza, marcando el inicio de un conflicto de 11 días. También se canceló en 2020 debido a la pandemia de coronavirus.
El desfile pasa tradicionalmente por la entrada de la Puerta de Damasco, luego ingresa por la Ciudad Vieja, continúa por el barrio musulmán y termina en la plaza del Muro Occidental. "Lamentamos la decisión de la policía de no permitir la marcha de judíos con banderas israelíes en la capital de nuestra nación", dijeron el lunes los organizadores del desfile.
"El espíritu valiente de nuestro pueblo y nuestra unidad continuarán guiándonos hasta que podamos marchar con seguridad por las calles de Jerusalem. Esperamos que la Policía de Israel y otros funcionarios reconsideren su decisión y nos permitan celebrar el evento según lo planeado el jueves", agregaron.
Gantz advirtió previamente que el desfile reprogramado podría verse como un acto de provocación que potencialmente podría incitar a más violencia. Los políticos de extrema derecha criticaron la decisión de cancelar el desfile, llamándolo capitulación.