Una competición deportiva en la que participan israelíes fue boicoteada una vez más por motivos políticos.
Los púgiles que representan a Jordania e Irán en el campeonato europeo de kickboxing que se está llevando a cabo en Turquía decidieron no presentarse a pelear contra el israelí Amir Assad, un joven israelí de 22 años oriundo del poblado árabe Kfar Jatt.
Assad, campeón de Europa en 2018 en la categoría de hasta 69 kilogramos, se quedó esperando a sus rivales en el ring, pero ninguno de los dos se presentó a competir, por lo que el árbitro levantó su mano y lo declaró ganador.
El joven israelí afirmó: “No estoy satisfecho por haber ganado sin un combate porque entrené y me preparé para pelear. No se debe mezclar política y deporte porque venimos para competir y disfrutar. No quiero ganar de esta manera, pero habrá otros combates y todo estará bien”.
El presidente de ‘Ayelet’ (la asociación de deportes no olímpicos de Israel), Eric Kaplan, manifestó: “Los deportistas que boicotean y no suben al cuadrilátero para competir, no lo hacen por propia convicción, sino por miedo. Yo creo que si muchos deportistas se oponen a esta situación y siguen el ejemplo del judoka iraní Said Molaei, quien prefirió inclinarse por el espíritu deportivo y la justicia en lugar de llevar a cabo un boicot ordenado por el gobierno de su país, se incrementarán las posibilidades de que esas naciones dejen en paz a sus atletas y entiendan que se perjudican a ellas mismas, razón por la cual no les quedará otra alternativa mas que modificar su manera de actuar”.
First published: 12:35, 27.11.19