Si algo nos enseñó la pandemia de COVID-19 es que el trabajo a distancia es posible. Las organizaciones que hicieron la transición al home office desde casa pudieron mantener su actividad y, en algunos casos, incluso expandirla. Reclutaron nuevos empleados, cerraron acuerdos y cumplieron con sus KPI. La pregunta que los empleadores deben responder ahora es cómo volver a la rutina.
Está bastante claro que estamos en la "nueva normalidad" y que es necesario adoptar un modelo de trabajo híbrido. Pero, ¿cuál es el significado de tal modelo? ¿Se adapta a todas las organizaciones y a todos los empleados? ¿Cómo se pone en práctica un modelo de este tipo? ¿Cada empleado puede tener su propio escritorio? ¿Podrán todos los empleados determinar cuándo y con qué frecuencia ir a la oficina? ¿Cómo conservan las ventajas de trabajar desde casa, mientras aprovechan los beneficios de trabajar juntos? ¿Cómo aprovechar al máximo ambos mundos?
“Las organizaciones se han dado cuenta de que el trabajo remoto es posible y muchas de ellas saben también que no hay vuelta atrás. Las compañías han visto la luz. Hemos llegado a un punto al que pensamos que nos llevaría años llegar y traer a todos de regreso a una semana laboral de cinco días desde la oficina es similar a apagar la luz. Existe una gran oportunidad ahora para redefinir el lugar de trabajo”, dice Inbal Namir, directora gerente y jefa de Asesoría en Gestión del Conocimiento en Deloitte Israel.
La transición a un modelo de empleo híbrido significa que las organizaciones se enfrentan a cuestiones importantes sobre cómo definen el trabajo, con diferentes ramas de la organización, cada una con una composición diferente. Otra cuestión es cómo conseguir que la gente adopte el modelo híbrido de forma voluntaria y que no se le imponga.
Hay algunas personas a las que les resulta fácil trabajar de forma remota, mientras que a otras les resulta difícil. Todos deben recibir soluciones y asegurarse de mantener su conexión con la organización. Hay tipos de roles que son más adecuados para el trabajo remoto, como escribir códigos o redactar contratos, mientras que otros se benefician del trabajo en equipo. El modelo híbrido debe ajustarse por trabajador y por rol. “El propósito de la oficina ha cambiado. Llegamos allí para colaborar, compartir información y mantener debates en los pasillos”, señala Namir.
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Inbal Namir, directora gerente y jefe de Asesoría en Gestión del Conocimiento en Deloitte Israel.
(Almog Sogbeker)
Si bien la mayoría de las empresas planean adoptar un modelo de empleo híbrido, el modelo en sí aún no está completamente establecido. Según una encuesta de Deloitte realizada en febrero, solo el 10% de las organizaciones no permitirá que los empleados trabajen desde casa en absoluto, el 19% permitirá que lo hagan un día a la semana, el 59% permitirá dos días a la semana y el 13% dará rienda suelta a sus empleados para que elijan cuándo quieren ir a la oficina.
“Los empleados se encuentran actualmente en un estado de incertidumbre y es importante que los empleadores definan sus políticas. Si es posible tomar la flexibilidad y adaptarla a un marco claro, los empleados se sentirán más seguros. Existe el riesgo de seguir la corriente porque los empleados quieren saber hacia dónde se dirigen las cosas”, acota Namir.
En Dell Technologies Israel, los empleados han estado trabajando completamente desde casa desde marzo de 2020, pero incluso antes del brote de COVID-19, la compañía se había embarcado en un plan por el cual los trabajadores serían incentivados monetariamente para trabajar al menos un día a la semana desde casa. El 50% del personal optó por registrarse en el programa híbrido.
“Vimos que un porcentaje significativo de las personas quería trabajar en un modelo híbrido de al menos un día a la semana desde casa. Trabajar de forma remota no es nuevo para nosotros, nuestra organización ha generado y desarrollado de esa manera durante muchos años. Seguimos pensando que a los empleados se les debe otorgar flexibilidad y opciones, sujeto a los requisitos de su trabajo y su acuerdo con sus gerentes directos”, dice Lior Pony, gerente general de Dell Israel.
Según él, la mejor forma de gestionar el trabajo a distancia es mediante la comunicación constante y la transparencia. “Cuanto más se comunica con los empleados de manera transparente y se les permite ser parte de la organización, más fuerte es el vínculo y más motivados se vuelven para continuar de manera óptima”, dice Pony.
Ante la pregunta de por qué volver a la oficina luego de un año trabajando de manera remota, el gerente general de Del Israel asegura: “No hay sustituto para las reuniones cara a cara y no creemos que podamos hacer la transición al trabajo 100% desde casa. Seguimos atendiendo a los clientes y también es importante reunirse con los trabajadores en un entorno físico".
El proveedor de soluciones de software Elad Systems también se había embarcado en un piloto de empleo híbrido antes de la pandemia, en enero de 2020, que permitía a dos departamentos trabajar un día a la semana desde casa y aumentarlo hasta dos días a la semana más tarde. Durante todo el año pasado el personal hizo home office, pero cuando fue posible adoptaron un sistema variado.
“Creemos que el modelo híbrido es fundamental para mantener nuestras operaciones y el éxito comercial. Gestionamos proyectos para nuestros clientes y es importante para nuestros empleados compaginar el trabajo desde casa con el trabajo desde la oficina. Algunos empleados se sintieron decepcionados de que volviéramos a trabajar desde la oficina, pero vemos las ventajas de la combinación de los dos", cuenta Inbal Cinman, vicepresidenta de Recursos Humanos de Elad Systems.
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Israel ocupó el segundo lugar en la lista de los principales países de la OCDE que permiten a los empleados trabajar de forma remota.
(Shutterstock)
En Elad, todos los departamentos tienen un día fijo a la semana en el que trabajan desde casa. Cinman cuenta que durante la pandemia las personas aprendieron a ser muy eficientes, al mismo tiempo, sin embargo, experimentaron la soledad, por lo que regresar al trabajo en la oficina fue esencial desde una perspectiva de salud mental.
La empresa emergente SQream obligó a sus empleados a regresar a trabajar desde la oficina tan pronto como las restricciones de la pandemia lo permitieron. “La razón por la que forzamos a la gente a hacerlo, a pesar de que generó una reacción violenta y fue un riesgo de nuestra parte, fue porque sentimos que el teletrabajo iba a afectar la salud mental del personal", dijo Saray Ben-Meir, jefe de personal y jefe de innovación de SQream.
Uno de los aspectos que preocupan a los empleados al regresar al trabajo desde la oficina es el espacio de su escritorio. La mayoría de las organizaciones han optado por utilizar un sistema de "escritorio interactivo" para ahorrar espacio en la oficina, pero ahora estos espacios deberán gestionarse para garantizar que los miembros del equipo puedan sentarse con cierta distancia entre ellos.
En la empresa de tecnología financiera Finastra, donde la gente trabaja al menos dos días a la semana desde la oficina, esto se resolvió mediante el uso de una aplicación para administrar grupos de escritorios compartidos. “Hay una aplicación que usamos para trazar un mapa de la oficina de acuerdo con los grupos. Esto introdujo el requisito de mantener los escritorios libres de pertenencias personales, por lo que no se permiten baratijas personales o fotos familiares, aunque los empleados pueden guardar el teclado y el mouse en un cajón exclusivo”, dijo Roni Abramovich, HRVP de Finastra.
