El propietario de una licorería de Ramat Gan, ciudad vecina de Tel Aviv, se sorprendió este jueves por la pila de zapatos de niños y los dibujos de esvástica que pintaron en la entrada de su local.
Amnon Goldis, ultraortodoxo y dueño de la tienda, afirmó que en los últimos años ya había sufrido agresiones similares y elevó una denuncia ante la policía luego de que un vecino le advirtiera lo que había ocurrido.
“Es triste que sucedan estas cosas, especialmente en Yom HaShoá”, afirmó sobre la coincidencia de este ataque con el Día de la Recordación del Holocausto, que se conmemoró este jueves en Israel.
“Imagino que mi condición de ortodoxo es la razón del hecho”, opinó el único propietario ortodoxo de esa cuadra, quien aseguró que en otras ocasiones ya sufrió violencia por su forma de vida.