Un autobús de la empresa Egged sufrió destrozos el sábado por la noche después de ser blanco de un ataque con piedras y bombas incendiarias en un barrio de mayoría palestina de Jerusalem Este.
A través de un comunicado, la policía informó que el conductor cortó camino en su recorrido habitual y entró por error al barrio Isawiya, donde fue agredido por vecinos del lugar que arrojaron piedras al autobús y una bomba molotov que provocó un incendio en el interior del vehículo.
Al momento de los hechos no había pasajeros en el autobús, a excepción del conductor y su familia, que viajaban junto a él. Lograron huir del lugar a pie e informaron del incidente a agentes de la policía de la zona. El incendio se extinguió antes de que llegaran las fuerzas policiales.
Durante el registro de la zona que realizó la policía después del incidente, tres vecinos del barrio, entre ellos dos menores, fueron detenidos y llevados para ser interrogados. La empresa Egged, propietaria del autobús que fue atacado, indicó que estaba "cooperando con la investigación".
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Las fuerzas policiales se enfrentaron el sábado con los residentes del barrio donde tuvieron lugar los hechos.
El Sindicato de Conductores de Autobuses pidió al Estado que reconozca a los conductores de autobuses como servidores públicos y proteja su seguridad y la de sus pasajeros. "El día en que un conductor de autobús pueda ser asesinado está más cerca que nunca", señalaron.
El sindicato explicó que los autobuses públicos son considerados símbolos del gobierno y, por lo tanto, a menudo son el blanco de alborotadores en las zonas palestinas.
