Tras una exitosa campaña de vacunación y una drástica reducción de casos de coronavirus, este domingo los israelíes celebraron el fin de la obligatoriedad del uso de mascarillas al aire libre. En contrapartida, diversos expertos advierten en esta celebración un relajamiento en el cumplimiento de las pautas de salud que todavía rigen en el país.
“Creo que si la gente sin mascarillas respeta la distancia al aire libre no pasará nada. Pero si lo hacen en medio de multitudes o en espacios cerrados, entonces es esperable un aumento de la morbilidad”, afirmó la profesora Galia Rahav, directora de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Centro Médico Sheba.
La especialista advirtió que mucha gente “cree que el coronavirus se acabó” y entiende que “todavía es demasiado pronto” para asegurar que el COVID-19 no existe más en Israel. “Tenemos que tener mucho cuidado, necesitamos autodisciplina", pidió a la ciudadanía. “Cuando pasemos unas semanas sin contagios es posible que se pueda suprimir la mascarilla”, agregó.
Por su parte Yaniv Scherer, director del hospital Barzilai de Ashkelon, pidió a las autoridades que asuman la responsabilidad de que se cumpla la utilización de mascarillas en espacios cerrados. “En nuestro hospital no permitiremos que nadie esté sin mascarillas en lugares cerrados, espero que otras instituciones y empresas privadas hagan lo mismo”, dijo.
El profesional vaticinó “un desafío significativo en el próximo verano”, que en Israel y el hemisferio norte comenzará en junio, y que será la primera temporada de vacaciones extensas luego de las tres grandes olas de coronavirus que afectaron al país desde marzo de 2020. “Es un esfuerzo nacional del que todos debemos participar”, analizó.
David Greenberg, presidente de la unidad de pediatría del hospital Soroka y asesor del Ministerio de Salud, señaló que en espacios concurridos al aire libre persiste el riesgo de infección y denunció “complacencia” respecto a las pautas en sitios cerrados.
“Muchas personas entienden que si se puede sacar la mascarilla afuera, también se puede adentro. Quienes están vacunados no deberían tener miedo, pero entre los no vacunados podrían aumentar los contagios, especialmente los niños”, señaló el profesional, responsable de la atención a menores de edad que por el momento no tienen indicada la vacuna contra el COVID-19.
Un breve relevamiento en las calles israelíes indica que entre los ciudadanos existen diferentes grados de cumplimiento de la pauta que obliga a mantener el uso de barbijos en espacios cerrados. Algunos consideran que las mascarillas deberían abolirse por completo, mientras otros afirman que seguirán cubriéndose las bocas y narices al aire libre, aunque ya no sea obligatorio.
“Conozco a los israelíes. Una vez que se levantó la obligación al aire libre, eligieron pensar que en tiendas cerradas también está permitido quitarse el barbijo”, expresó Shahar Singer, quien pese a la crítica a la disciplina ciudadana considera que la utilización de barbijos ya no debería ser obligatoria ni siquiera en sitios cerrados.
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Expertos y ciudadanos advierten relajamiento sobre el uso de los barbijos en espacios cerrados.
(AFP)
Yael Cohen, residente de Eilat, contó que caminó por el centro comercial de la ciudad y vio a muchas personas sin las mascarillas obligatorias. “Nadie les decía nada, tuve que convivir en tiendas y ascensores con personas que paseaban sin máscaras”, acusó.
“En todo momento sentí que tenía que discutir con la gente, fue una catástrofe, los israelíes son muy indisciplinados. La policía debe caminar por áreas cerradas e imponer multas a los que violan las pautas”, pidió Yael.
Nir Arnon es uno de los israelíes que tienen la intención de seguir usando mascarillas incluso al aire libre. “No hay 0 casos de coronavirus y no hay un 100% de personas vacunadas”, argumentó en contra de la medida de relajación al aire libre. “Hace medio año la mayoría respetaban las pautas, pero ahora no hay límites y la policía no hace cumplir la ley, lo único que le preocupa a la gente es bajarse el barbijo”, agregó.