Después de algunos entredichos entre líderes religiosos y David Lau, el Gran Rabino de Israel, se logró un consenso para cerrar las sinagogas del país en vísperas de la celebración del shabat, y de esa manera colaborar con la lucha contra el coronavirus.
“Cuando las condiciones climáticas mejoren, y probablemente eso suceda el domingo, le pediremos a la gente que se una a un Minian desde sus balcones”, expresó Lau para aclarar su postura, que hasta el momento era más rígida en relación al requisito religioso de contar con diez hombres para iniciar un rezo.
Funcionarios médicos de los principales hospitales del país también convocaron al cierre de sinagogas desde este viernes y hasta nuevo aviso. Lo propio hizo un grupo de rabinos de la corriente del sionismo religioso, a través de una carta en la que enfatizan en el Pikuaj Nefesh, un concepto halájico que resalta la preservación de la vida humana por encima de cualquier concepción de la ley judía.
“El Pikuaj Nefesh precede al deber del Minian, la lectura de la Torá y el rezo del Kadish, por eso todos debemos rezar en nuestros hogares y reducir el riesgo de la peste”, afirmaron varios de los rabinos más influyentes del país.
“Cada uno desde su casa, rezaremos con todo el corazón para abolir el mal y que las oraciones puedan volver a las sinagogas”, agrega el comunicado.
De esta manera las sinagogas israelíes se suman a la iniciativa que ya habían implementado las comunidades judías del Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda, Marruecos y Turquía, entre otros países en los que se resolvió cerrar los templos.