Han pasado 84 años desde que se estrenó la película Tiempos modernos, dirigida y protagonizada por Charles Chaplin en el peor momento de la crisis económica de Estados Unidos de 1929, conocida como “la gran depresión”. Y da la impresión de que los mensajes que se desprenden de esa película respecto de la revolución en el mercado laboral se repiten y son válidos por estos días. En la película se muestra a trabajadores de una fábrica moderna que descubren que la cadena de producción humana se convierte en un montón de máquinas automáticas. Y los trabajadores tienen que adaptarse a la tecnología en vías de desarrollo. La máquina, creada por el ser humano para que lo sirva, se convierte en una que lo esclaviza. El Gólem [concepto basado en la leyenda de un ser creado artificialmente por un cabalista] –o la criatura– se vuelve contra su creador. Estos días, nos encontramos en una situación parecida: la crisis del coronavirus ha creado una nueva realidad en el mercado laboral. Los trabajadores tienen que “reinventarse” y adaptarse a un tipo de trabajo con características diferentes de las que tenía antes de la crisis. La clave está en adaptarse al mundo digital y a trabajar desde la casa. Y, como consecuencia, se eliminarán del mercado laboral diferentes campos, y se añadirán otros nuevos.
Según Eldad Rom, con un doctorado como psicólogo y asesor de empresas tecnológicas, y consultor de empresas emergentes o nuevos emprendimientos [conocidos en inglés como ‘startups’] con el grupo Team 8 (que se especializa en crear empresas en diversos campos), el mensaje principal que tienen que internalizar los trabajadores ahora, con vistas a la era post coronavirus, es que “¡usted es el producto!” El trabajador que quiera adaptarse al mundo laboral del futuro tiene que ser personalmente responsable de su destino profesional, y no esperar que la empresa se ocupe de y se preocupe por él. Eso quiere decir que deberá tener autodisciplina. Y también dedicarse contantemente a mejorar y a desarrollarse, así como a actualizar y perfeccionar su manera de trabajar”, explica Rom. “Aunque antes del coronavirus había empresas y organizaciones en las que parte del trabajo se hacía desde la casa, ahora eso casi se ha generalizado. Han desaparecido las dudas acerca de hasta qué punto es eficiente el trabajo desde la casa. Se puede trabajar desde casa y ser productivo. La mayoría de las personas a las que se dio licencia sin goce de sueldo son aquellas cuyo tipo de trabajo no se podía hacer desde la casa. La regla del juego es la flexibilidad. El mercado laboral ahora requiere que el trabajador se adapte a una realidad cambiante. El trabajador tiene que estar localizable y activo a todas horas, esté donde esté. Muchas personas trabajan con empresas en diversas franjas horarias al mismo tiempo, lo que ha vuelto irrelevante el horario de trabajo de oficina de 9 de la mañana hasta las 5 de la tarde”.
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Han desaparecido las dudas de hasta qué punto es eficiente el trabajo desde el hogar-
(Shutterstock)
Los cambios asustan a más de uno. Muchos esperan que pase la crisis y volver al mismo lugar de trabajo en el que les dieron licencia sin goce de sueldo. O que se podrán incorporar a un nuevo lugar de trabajo gracias a su talento y experiencia.
“Quienes esperan 'reinventarse' desde el punto de vista laboral después de que pase la crisis del coronavirus se están perdiendo una oportunidad. No es fácil tomar la decisión de cambiar, pero éste de ahora es exactamente el momento. En la época del coronavirus, una de mis clientas tomó la decisión de crear un proyecto independiente. Ella era directora de producto de varias empresas, que le dieron licencia sin goce de sueldo, y contra todos los que la rodeaban y le recomendaban que esperara a que se pase la crisis y que no se metiera en la aventura de un proyecto independiente, mi clienta decidió apostar por su sueño y creó un emprendimiento en el campo de la salud. Ella explicó que lo que la llevó a eso fue la idea de que no se lo perdonaría si no lo intentaba. Hizo lo que sentía pero en forma organizada, y se puso un tope de tiempo. Y si viera que no le fue bien y que no logró lo que quería, lo volvería a pensar porque tendría que pagar un precio demasiado alto por su sueño. La gente tiene que crearse un espíritu emprendedor personal, no tener miedo a los sueños y hacer lo que desea. Las cosas que deseamos nos llenan de energía, e invertir en ellas seriamente se traducirá en productos y servicios valiosos. El coronavirus nos obliga a superar los miedos y los bloqueos. Eso significa asumir nuestro propio destino porque uno es el producto, y las oportunidades no esperan”.
Pregunta: Pero armar una carrera profesional no es un acto impulsivo.
Respuesta: “Es cierto. Por eso uno no se va a enamorar de ideas y principios que no dan frutos. Trabajar como autónomo supone llevar con cuidado los activos que uno tiene al nuevo lugar de trabajo, a la nueva empresa. Por ejemplo, al comienzo de la crisis una pizzería de Chicago se convirtió en una fábrica de mascarillas, y un fabricante de zapatos de Hebrón [en Cisjordania] hizo lo mismo. De esa manera, la gente hace que cristalicen sus sueños, tenga éxito económico y aporte más ingresos al país; todo al mismo tiempo”.
–La gente busca certidumbre –pisar terreno firme– en lo profesional y seguridad económica.
–¿De qué certidumbre estamos hablando? No hay certidumbre. Por eso, y como ejemplo, hay muchos campos en los que los estudios universitarios no son relevantes. Las universidades tardan en adaptarse al ritmo de los cambios. Y hay muchas plataformas para estudiar solo. Yo recomiendo hacer cursos, ser autodidacta, dedicarse a varias cosas al mismo tiempo y pensar en modo ‘pro activo’, asumir el control de nuestra propia vida de modo activo. Se trata de pronosticar las necesidades y de saber darles una nueva respuesta, basada en un valor añadido. Y éste, a su vez, ha de basarse en el conocimiento y no en intuiciones. Es importante recordar que para “reinventarnos” tenemos que dominar la digitalización, llevar nuestro producto a las redes, y combinar un sano juicio y creatividad. Los organismos actuarán de acuerdo con la palabra clave ‘agilidad’. O sea, con flexibilidad estratégica. Hay que aprovechar continuamente las oportunidades que se crean como consecuencia de los cambios y de las complicaciones que se producen en el mercado. Y hacerlo aplicando la capacidad interior de prever y de reaccionar con rapidez a lo que sucede en esos mismos mercados. Así es como se obtiene una ventaja en y con la competencia.
–¿Cuáles serán las nuevas profesiones más solicitadas?
–En la era de la información, hay que aprovechar todo los datos. Está claro que se solicitarán profesiones tecnológicas, pero también aquellas que no tienen que ver sólo con la ingeniería del tipo que sea. Se solicitarán analistas que sepan sacar lo mejor de los datos, personas con conocimientos y creativas, asesores privados y expertos en seguridad. Se solicitarán trabajadores en los campos de medio ambiente y de energía verde, así como directores comunitarios, terapeutas y expertos en seres humanos y en la comprensión de personas, equipos, organizaciones y comunidades. Crecerá continuamente un nuevo mercado laboral que apoyará todos estos cambios en el mundo. Por ejemplo, personas con conocimientos que saben crear cursos y especializaciones, expertos en marcas personales, en redes y en medios de comunicación sociales.
Por su parte, Sigal Sror, subdirectora de Recursos Humanos de la empresa Kaltura, que elabora tecnologías y videos, agrega: “Como consecuencia del coronavirus, hay organismos que buscan soluciones para que los trabajadores no pierdan tiempo en viajes, y tengan reuniones digitales. En las entrevistas de trabajo se han comenzado a hacer preguntas como ‘¿tiene usted experiencia en reuniones por video?’, ‘¿tiene la posibilidad de trabajar desde la casa?’ Además, los trabajadores que quieran mejorar su estatus en el mercado en esta época deben tener experiencia en estos campos”.
–Psicólogos sociales señalan que hay una contradicción entre trabajar desde la casa en tanto que realidad laboral y el hecho de que el ser humano es una criatura… el zoom no puede constituir el sustituto de una reunión cara a cara y el contacto personal.
Eldad Rom: –Es cierto. De lo que se ha verificado hasta ahora respecto de esa cuestión –y se trata sólo del comienzo del análisis– se desprende que no ha habido un descenso de la productividad en el trabajo, pero sí se redujo la relación entre los equipos, y también la innovación.
"Cada vez que una persona avanza dos pasos hacia adelante en el mundo tecnológico, lo humano da un paso atrás”, afirma el doctor Rotem Abituv, psicólogo cognitivo-conductista, que corrobora que esa situación lleva al aislamiento de las personas. “Yo veo en la clínica personas que no encuentran una pareja fija, o gente que sólo tiene amigos digitales. El mundo deviene digital, y la crisis del coronavirus llevó esa tendencia al extremo. Y esto tendrá un impacto, y alejará a las personas unas de otras. El precio que se paga por las interacciones impersonales es la ausencia de capacidades sociales… La gente las va perdiendo, y no sabe cómo afrontarlo. El mundo pierde humanidad para ganar comodidad. La gente usa aplicaciones. Hay demasiados jugadores de videojuegos, que embota los sentidos para que no nos demos cuenta hasta qué punto estamos solos. Hay que utilizar lo digital en el trabajo, pero no como sustituto del contacto personal y humano. Yo suelo decir en los lugares en los que trabajo que lo digital es un instrumento, no la vida misma. Hagan reuniones de trabajadores de manera habitual; que salgan de sus casas.
Tal Delaricha, directora de recursos humanos de la empresa cibernética israelí Cymotive Saimotiv Tecnologies, está de acuerdo en que el hecho de que se vean afectadas las reuniones entre personas es un problema, pero propone una solución. “La gran desventaja de trabajar en forma remota afecta ciertamente las interacciones espontáneas y sociales entre los empleados de la empresa. Pero es posible superarlo por medio de reuniones happy hour virtuales una vez por semana, o con reuniones informales entre miembros de los equipos para almorzar o para tomar un café.
A su vez, Orit Benvenisti, directora general y propietaria del Grupo Tigbur israelí, dedicada a recursos humanos, señala otros campos para los que se solicitarán trabajadores en el mundo nuevo. “Dado que la mayoría de las personas van a trabajar desde la casa, el mundo de las infraestructuras tiene que estar muy bien preparado para proporcionarles el mejor servicio posible. Por eso, se requerirán técnicos en infraestructura, en Internet y en comunicaciones. En consecuencia, aumentará asimismo la necesidad de trabajadores en el campo de la infraestructura en carreteras, de negocios inmobiliarios y de comunicaciones. Ahora mismo puedo señalar un aumento de la solicitud de trabajadores en los campos de la computación y de apoyo técnico a sitios web, así como de gente para telegestiones [conocidos como call centers] y directores de centros de servicio porque el mundo se digitaliza. La época del coronavirus está siendo una buena oportunidad para que todos los que quieran mejorar su estatus o perfeccionarse estudien online gratis. Hay que recordar la importancia de aprender inglés, el idioma del mundo tecnológico. Todos los trabajadores que quieran crearse nuevas oportunidades deben examinar las diferentes oportunidades que se ofrecen en los sitios web, tomar nota de lo que piden desde el punto de vista profesional y superar las debilidades y carencias para proponerse como candidatos. A la luz del aumento en la esperanza de vida, habrá un aumento permanente de solicitudes de trabajadores en profesiones de apoyo como enfermeros, ayudantes a minusválidos y asistentes técnicos de médicos que brindan atención remota. Debido a la crisis del coronavirus, aumentó la solicitud de trabajadores en el campo del tratamiento a personas de la tercera edad. La ayuda y el tratamiento formarán parte de la realidad, también online. Ahora es el momento de pasarse profesionalmente al campo de los servicios de asistencia social. El mundo de la moda, que ya trabaja online, solicitará más directores de producción y coordinadores de logística. En el campo de la alimentación ha aumentado la necesidad de hacer envíos, y de todo lo que se refiere a los back-office, de operaciones como recoger pedidos, de quienes los entreguen y de jefes de equipos”.
–En tanto que directora de un grupo que recluta trabajadores, ¿tiene ya ejemplos de personas que se han dedicado a perfeccionarse estos días?
–La economía está ahora en una época de adaptación. Y todavía es pronto para pronosticar fenómenos como el de personas que tienen un empleo, y hayan comenzado a buscar el trabajo con el que siempre ha soñado. En épocas como ésta, la mayoría de las personas quieren estabilidad, y eso se refleja en el deseo de sentirse seguros en su actual trabajo. No suelen cambiar de trabajo, a menos que los despidan.
Y Eren Mordejai, director general de recursos humanos del Grupo Danal, agrega: “Muchos trabajadores se han dedicado durante la crisis el tiempo y el lugar para hacer un examen de conciencia profesional, y para pensar profundamente en su futuro en ese campo. Supongo que los trabajadores que aman su profesión y su lugar de trabajo, y que han recibido un buen trato durante la crisis, seguirán siendo leales a esa empresa y no van a asumir riesgos innecesarios en una época como ésta. Pero, por su lado, las personas que no estaban satisfechas con su lugar de trabajo aun antes de la crisis, o que se vieron afectados por la forma en que se comportó la empresa, aprovecharán la situación para buscar otras opciones. Hay quienes aprovecharán la crisis y decidirán cambiar de profesión y ‘reinventarse’. Y que serán conscientes de que ahora ellos buscan un lugar de trabajo estable y que resista las crisis, y preferirán empresas grandes y no pequeñas. Sin duda, en los próximos meses veremos muchos cambios y un reclutamiento de trabajadores en todos los ramos".
“Otro efecto importante que se percibe es la necesidad de que el mercado laboral sea flexible. Por eso, se habrá de dar trabajo durante algunos meses a través de empresas de recursos humanos, y sólo después los trabajadores quedarán fijos. Esto es consecuencia del temor de los empleadores a lo desconocido. Yo creo que muchos trabajadores autónomos que se vieron afectados económicamente por la crisis y se dieron cuenta que a ellos no les viene bien ser independientes, decidirán buscar trabajo como empleados, algunos de ellos incluso por primera vez en la vida. Dado que la crisis aún no ha terminado, es difícil prever qué campos se van a desarrollar además de lo que hemos visto en los últimos meses, como la preferencia por los envíos en lugar de la venta frontal o presencial. Estos días, diversas empresas están estudiando la cantidad de personal esencial que necesitan, y se prevé una ola de despidos como consecuencia de la posible contracción del mercado. Se puede señalar una tendencia en el mercado laboral que consiste en que se pasa del mercado de los trabajadores que eligieron con mucho cuidado su lugar de trabajo al mercado de empleadores que ahora, debido al aumento de las personas que buscan trabajo, pueden endurecer en alguna medida sus condiciones y ser muy exactos en la elección de los candidatos al puesto de trabajo. Vemos que quienes buscan trabajo, y que en el pasado enviaban su curriculum vitae para un puesto o dos, ahora apuntan en más direcciones”.
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Eren Mordejai: Es el momento de hacer un examen de conciencia profesional.
(Ilan Shapira)
Otros expertos en mercado laboral señalan más campos que se van a seguir desarrollando como consecuencia de la crisis, como el del gaming o el de la cibernética. Asaf Eldad, director de desarrollo comercial de la empresa de programación IncrediBuild, que elabora instrumentos tecnológicos para empresas en el campo del gaming mundial, dice: “El mercado laboral en gaming crece y prospera. El número de empresas de gaming en Estados Unidos que toman trabajadores es diez veces mayor que el número de las que despiden. También en Israel, diversas empresas en ese campo están ofreciendo trabajo. En Estados Unidos, el mercado de gaming (venta de juegos, consolas y artilugios) ha aumentado un 73 por ciento frente a abril del 2019. Y la venta de consolas ha aumentado un 163 por ciento en abril de este año 2020 en comparación con el año pasado. También en los mercados de Europa se han bajado un 150 por ciento más de juegos digitales durante el confinamiento. Es de suponer que a medida que vuelvan a sus actividades los ramos de deportes y se permita salir de la casa para divertirse y trabajar, bajarán algo las ventas, pero el aumento permanecerá y se solicitarán trabajadores. La semana pasada, la empresa estadounidense de juegos Take-Two Interactive anunció que va a agregar 93 juegos en los próximos cinco años, de lo que se deduce que los gigantes del gaming prevén que el campo siga prosperando, al menos en comparación con la situación del mercado antes del coronavirus. La crisis del coronavirus ha influido en la forma en que se manejan los trabajadores en el campo del gaming, con una mayor apertura a trabajar desde la casa. Ya hay anuncios de nuevos estudios de grabación que se abren sin tener una oficina, o de empresas del ramo que cierran la oficina y reclutan trabajadores a distancia”.
“Como consecuencia de la crisis, los organismos buscarán más que en el pasado a personas que estudian e investigan, y que siguen en movimiento y tratan de enriquecerse profesionalmente todo el tiempo, y no precisamente personas con experiencia”, dice Delaricha al describir el tipo de trabajador que van a buscar las empresas. Y agrega: “Habrá más organismos que adoptarán la actitud de los start-ups, que viven una realidad dinámica. En el reclutamiento de personal, las empresas se centrarán en gran medida en gente con capacidad de estudio, con curiosidad y proactiva. Y también capaz de entrar en un nuevo campo, y de hacerlo muy bien, así como personas que piensan en forma creativa y profesional, y no buscarán sólo a personas especializadas en un campo. Esto permite una mayor versatilidad, así como la rotación de los trabajadores entre proyectos más variados”.
