Asociaciones de protección animal y organizaciones ambientalistas recurrieron esta semana al jefe de Estado Mayor del Ejército israelí, el teniente general Aviv Kochavi, exigiendo evitar la implementación del plan que se conoció hace pocos días de aumentar un 30% la porción diaria de carne que se sirve a los soldados.
Según el plan de la División de Tecnología y Logística de las FDI, la dosis diaria de proteína animal aumentará a partir de noviembre de 100/120 a 140/150 gramos por día. La decisión se tomó en función de una serie de encuestas realizadas a combatientes y en base a las auditorías llevadas a cabo en diversas bases del Ejército.
Pero no todos recibieron con agrado la medida. "Pedimos que se reevalue el plan”, refería una solicitud dirigida a la oficina del jefe de Estado Mayor, firmado por una serie de organizaciones entre las que se encuentra la internacionalmente conocida Greenpeace. “Las encuestas deben realizarse en profundidad, para conocer las necesidades de los soldados y analizar el menú deseado de acuerdo con las recomendaciones nutricionales del Ministerio de Salud, basadas en investigaciones científicas en el campo de la nutrición, la salud pública y la protección del medio ambiente".
En la carta de siete páginas, acompañada por artículos y encuestas, los representantes de las organizaciones pidieron a las FDI que se considere también declarar un día de la semana libre de carne, "como es costumbre en muchas instituciones públicas de de Israel, entre ellas el Ministerio de Justicia, Relaciones Exteriores y Protección Ambiental". Buena parte del activismo de estas organizaciones estuvo dirigido a mejorar las condiciones alimentarias y propiciar políticas para los soldados veganos y vegetarianos.
En los últimos días muchos soldados mostraron su descontento con la decisión de las FDI subiendo en sus redes sociales fotos de carne arrojada a la basura.
Las FDI afirmaron que : “La respuesta nutricional para los soldados de las FDI fue diseñada por profesionales en el campo de la alimentación, la nutrición y la medicina, de acuerdo con las directrices del Ministerio de Salud, adaptando la propuesta alimenticia para los combatientes cuya dieta es similar a la de los deportistas de alto rendimiento”.
En la respuesta del Ejército informaba también que “la cantidad de valores nutricionales en el menú diario en general y de proteína en particular se ajustan al nivel de carga física al que está expuesto el soldado a lo largo de su servicio”, y concluía: “El aumento en la cantidad de carne es solo una parte de la propuesta, en paralelo a un incremento en las fuentes de proteína vegetal. Las FDI trabajan para dar una respuesta adecuada a las diversas poblaciones que sirven a su Ejército incluso en materia nutricional, entre ellos celíacos o quienes consumen alimentos estrictamente kosher”.
