Unas 200 personas protestaron frente a la residencia del embajador de Francia en Israel el sábado por la noche por los comentarios del presidente francés, Emmanuel Macron, quien prometió que su país no "renunciaría a las caricaturas" que representan al profeta Mahoma.
Los manifestantes, algunos de ellos con máscaras de protección para cumplir con las directivas sanitarias, portaban pancartas en árabe en apoyo del profeta, informaron periodistas de AFP en el lugar.
La manifestación se llevó a cabo en el distrito predominantemente árabe de Jaffa, en Tel Aviv, después de las oraciones vespertinas musulmanas.
Uno de los manifestantes, Amin Bukhari, acusó a Macron de jugar el juego de "la extrema derecha".
"El profeta Mahoma es lo más sagrado del islam, y quien ataca su honor, ataca a todo un pueblo", expresó a la multitud.
Macron dijo el miércoles que un profesor francés decapitado frente a la escuela donde trabajaba en las afueras de París a principios de este mes "fue asesinado porque los islamistas quieren nuestro futuro".
El maestro, Samuel Paty, fue asesinado después de haber mostrado caricaturas del profeta Mahoma durante una clase sobre libertad de expresión.
"No renunciaremos a las caricaturas", sostuvo Macron. Y agregó que los islamistas "nunca tendrán" el futuro de Francia.
En declaraciones realizadas frente a la residencia oficial del embajador francés en Israel, Eric Danon, Bukhari dijo que "debemos respetar a Moisés, debemos respetar a Jesucristo, que es nuestro profeta también, y debemos respetar al profeta Mahoma, la paz sea con él".
La concentración se dispersó sin incidentes.
La representación visual de los profetas está estrictamente prohibida en el islam y ridiculizar o insultar al profeta Mahoma se castiga con la muerte en algunos países musulmanes.
Los llamados a boicotear los productos franceses están creciendo en el mundo árabe y más allá, en respuesta a los comentarios de Macron.
Hamás, la organización terrorista que gobierna en la Franja de Gaza, se unió a las condenas contra los comentarios del presidente francés.
"Insultar a religiones y profetas no es una cuestión de libertad de expresión, sino que promueve una cultura de odio", manifestó Hamás en un comunicado, advirtiendo sobre "consecuencias" no especificadas.
Otra agrupación terrorista que opera en Gaza, Yihad Islámica, expresó que ofender al islam y a su profeta cruzó una "línea roja" y "no puede ser tolerado".