"Regresamos de Ras a-Satan y no nos sorprendió la gran cola en la salida", expresó Ronal Adani, que esperó más de una hora para poder cruzar hacia Israel. "Lo anticipamos bastante, pero no sabíamos cuánto tiempo llevaría la fila. La situación no era la más agradable, pero la mayoría de la gente estaba bien", agregó.
Marine Trametz que vive en Tel Aviv señaló a Ynet que "la fila era una locura y apenas nos movíamos, se suponía que debíamos regresar ayer, pero decidimos quedarnos otra noche".
Niv, quien regresó de unas vacaciones en el Sinaí y también quedó atrapado en la cola. Cuando ingresó a Egipto, hace dos días, no se encontró con una fila particularmente larga y, por lo tanto, se sorprendió cuando vio la demora que tendría para el regreso: "No tuvimos una fila en la entrada al Sinaí, así que pensamos que volveríamos pronto".
Las severas advertencias de viaje emitidas por el gobierno del Estado judío, no disuadió a los turistas israelíes. Como todos los años durante esta época de vacaciones, la Oficina de Seguridad Nacional publica las principales amenazas en el extranjero, con recomendaciones para llevar a cabo la estadía fuera del país. En el caso de Egipto, se aconsejaba evitarlo "debido a amenazas de organizaciones terroristas como Al Qaeda o ISIS".
A pesar de las reiteradas advertencias, se registró un nuevo récord en la cantidad de israelíes que cruzó la frontera. En septiembre, fueron más de 50.000 los ciudadanos del Estado judío que llegaron al Sinaí.
"Esta es mi segunda vez aquí", expresó Marine Trametz: "Cuando vine por primera vez, vi que era un lugar impresionante y tranquilo, no creo que haya nada de qué temer, los últimos dos años han informado que todo está bien, y es simplemente increíble, por lo que los israelíes eligen venir aquí".
Para Niv era la primera vez, pero no estaba preocupado: "Fue tranquilo y divertido", relató.