El año pasado se inició una disputa entre grupos de soldados y las Fuerzas de Defensa de Israel, luego de denuncias de discriminación en el cumplimiento de una norma militar que regula la disciplina de los integrantes del ejército.
Los soldados acusan discrecionalidad en la distribución de los permisos que eximen a miles de soldados para afeitarse, que según le informó el Estado a la Corte Suprema alcanza a 43 mil integrantes de la fuerza. Los denunciantes aseguran que en los últimos meses se endurecieron los requisitos para autorizar a un soldado a que mantenga su barba, y acusan que esos permisos se otorgan de manera arbitraria.
La protesta es encabezada por un grupo de soldados cuyos pedidos de eximición fueron rechazados. Los afectados afirman que el permiso no fue otorgado pese a que adujeron que la barba formaba parte de su estilo de vida antes del servicio militar. Otros señalan que se encontraron con un rechazo pese a que adujeron motivos religiosos para mantener su barba. Ambos motivos contemplados por la norma interna de las FDI.
Desde el ejército israelí afirman que no hay ninguna intención de erradicar el uso de barba en sus tropas y aseguran que cada solicitud de eximición es evaluada de manera particular, sin distinción de edad o rango militar. Argumentan que los 43 mil permisos otorgados demuestran que no existe ningún tipo de persecución. Del otro lado afirman que el año pasado, en un momento dado, se abolieron muchos permisos en simultáneo.
“Recibimos cada día testimonios de soldados y oficiales que reflejan la existencia de una política ilegal continua para reducción de barbas en el ejército, que en algunos casos lleva a castigos como la cárcel”, afirmaron desde el grupo de soldados que elevó el caso a la justicia.
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El afeitado forma parte del código de disciplina del ejército de Israel.
(Beard exemptions for all)
