El lunes por la tarde, las autoridades de salud israelíes reportaron 20.251 casos activos de coronavirus, la cifra más alta desde el inicio de la epidemia en el país, elevando el número total de infectados desde el comienzo del brote a 39.871.
De los casos activos, 160 están en estado grave y 51 personas reciben asistencia respiratoria mecánica.
No se informaron nuevas muertes y los fallecimientos relacionados con el virus en el país permanecen en 364.
Las autoridades de salud informaron que 1.221 personas dieron positivo por coronavirus en las últimas 24 horas, 611 de ellas desde la medianoche.
El 3,9% de los resultados de las pruebas fueron positivos, la cifra más baja desde el miércoles pasado.
Entre las comunidades israelíes con el mayor número de infecciones en la última semana están Jerusalem, con 1.224 casos; Tel Aviv, con 584; Bnei Brak, con 553; Beitar Illit, con 336; Ashdod, con 296; Petah Tikva, con 239; Lod, con 207; Rishon Lezion, con 202 y Beit Shemesh, con 200 nuevos casos confirmados.
Más temprano el lunes, el ministro de Energía, Yuval Steinitz, pidió al gobierno que imponga un cierre nacional de diez días para detener la rápida propagación del coronavirus.
En una entrevista con Ynet, el ministro de Energía manifestó que recomienda implementar un cierre en el que se les permita a las personas ir a trabajar.
El funcionario agregó que estar conectado con el resto del mundo es "esencial para la economía", en referencia la omisión de Israel de la lista de países con una baja tasa de infección de COVID-19. Dicha omisión significa que los israelíes tienen prohibido ingresar a Europa.