Violentes incidentes ocurrieron durante la noche del miércoles en Givat Zeev, asentamiento judío de Cisjordania ubicado a 15 kilómetros de Jerusalem, luego de que policías irrumpieran en una boda ultraortodoxa tras recibir denuncias sobre una congregación de decenas de personas que celebraban una fiesta violando las directivas sanitarias. Un policía y dos asistentes resultaron levemente heridos en el episodio, que fue captado en videos y provocó indignación del director del “Proyecto Coronavirus” por un lado, como de los líderes de los partidos ortodoxos por el otro. Tras los enfrentamientos, la boda continuó.
La policía manifestó que llegaron al lugar tras recibir un informe sobre una boda con decenas de participantes que se estaba llevando a cabo en Givat Zeev, en violación de las restricciones sanitarias impuestas para frenar la propagación del coronavirus. Según la policía, una agente comenzó a filmar lo sucedido y fue agredida por la dueña de la casa, por lo que los oficiales intentaron detenerla y le pidieron que los acompañara en varias ocasiones. El comandante del distrito de Jerusalem, Doron Yedid, respaldó a los agentes, y aseguró que los policías actuaron profesionalmente. “Yedid los apoya y afirma que accionaron correctamente frente a la violencia dirigida contra ellos mientras intentaban hacer cumplir las directivas sanitarias", expresaron desde la policía.
Según la policía, los invitados arrojaron platos y botellas a los oficiales que querían llevarse detenida a la mujer. Uno de los asistentes arrojó una botella de vidrio con aceite y eso produjo el resbalón de un agente que se cortó con un vidrio. El hombre que lanzó la botella fue detenido, indicó la policía. Dos invitados a la boda también sufrieron heridas cortantes y testigos aseguraron que fue producto de la acción policial desmedida. El rabino Uri Polak, padre de la novia, afirmó que “la fiesta se celebraba de acuerdo con las directivas" ya que los asistentes utilizaban mascarillas y negó que invitados arrojaran objetos a los agentes. La dueña de la casa fue multada por 5.000 shekels.
El comisionado interino de la policía, Moti Cohen, dijo: “Una vez más somos testigos de un ataque a policías que cumplen con su deber contra quienes violan la ley. Lamentablemente, en lugar de condenar duramente a quienes ignoran las pautas y dañan a los policías que las hacen cumplir, algunos optan por criticar a los policías y desacreditarlos”.
La familia, por supuesto, describió los hechos de una forma diferente. Según ella, se trató de una celebración pequeña, de la que participó el círculo familiar cercano, en cápsulas y divididos en dos sectores. La madre de la novia le quitó el celular a una mujer policía exigiéndole que no filmara dentro de la casa. La oficial pidió refuerzos y denunció haber sido agredida. Más agentes llegaron al lugar para detener a la madre, pero sus hijos la abrazaron e impidieron que se la llevara la policía.
Según la familia, los policías se abalanzaron sobre uno de los asistentes mientras le arrojaban candelabros y lo golpeaban, incluso con una botella de vidrio en su cabeza. Los familiares afirmaron que el hombre fue detenido sin recibir tratamiento médico. El padre de la novia fue trasladado para recibir atención médica luego de haber sido herido por un vidrio. Los niños pequeños que estaban en casa estaban en shock y vieron sangre en las mesas del comedor. Finalmente, la policía se fue sin llevarse a la madre, siendo el único detenido el hermano de la novia, Yitzhak Pollak.
Esta mañana, Pollak expresó: "Los policías entraron a la casa y dijeron que querían llevarse detenida a mi madre. Yo vi a mi madre muy asustada y no sabía qué hacer. Me paré frente a la policía. No quería que terminara mal. Después de eso empezaron a empujar y a usar la fuerza. Vi que mi madre caía, y luego uno de los policías me dio un puñetazo. Después me detuvieron y me siguieron golpeando. Todo terminó muy mal”.
Su abogado, Itamar Ben Gvir, afirmó que "incluso en las bodas de Hamás, en Jerusalem Oriental, la policía no se comporta con tanta violencia”.
La novia, Sara Levy, afirmó: "Solo dos familias vinieron a la boda. Fue un evento limitado. Nunca imaginé que así sería mi casamiento. Cumplimos las directivas, pero la policía vino y destruyó todo”.
Su padre, el rabino Uri Pollak, manifestó: "La boda se llevó a cabo de acuerdo con las pautas de salud, algunas personas estaban afuera y otras adentro, y todos con máscaras. Pero los vecinos llamaron a la policía y los agentes vinieron y se comportaron de una forma espantosa. Le abrieron la cabeza a mi hijo. Querían detener a mi esposa y mis hijos se opusieron. Todos poníamos las manos para que nos esposaran a nosotros, para que vieran lo que es la policía israelí. Nadie tiró botellas, fue mi hijo el que resultó herido por la los oficiales".
En su primera reacción a lo ocurrido, el profesor Ronnie Gamzu, director del “Proyecto Coronavirus”, declaró a Ynet que "la acción policial de hoy es un mensaje para todos los que se comportan descarada e insensiblemente. Este tipo de acciones continuarán. No toleramos las reuniones masivas y las bodas, y no podemos permitir que los fenómenos que se produjeron durante julio y agosto vuelvan a ocurrir”. Aproximadamente una hora después, Gamzu pidió disculpas por sus dichos y señaló que su respuesta inicial fue expresada sobre la base de información incorrecta y parcial que se le presentó. "Vuelvo sobre mis palabras. Lo lamento”, sostuvo. Y agregó: "La policía está en una tarea compleja y difícil para mantener las pautas y la salud pública. Eventos como una concentración masiva no se pueden realizar sin poner en peligro al público. Sin embargo, se debe actuar con moderación para prevenir infecciones y morbilidad".
Los líderes de los partidos ultraortodoxos, indignados por la reacción inicial de Gamzu, exigieron que se investigara el incidente. El referente de Shas, el ministro Aryeh Deri, afirmó que habló con el primer ministro Benjamín Netanyahu sobre el caso: "Le dije que se trataba de un incidente muy grave en el que agentes de policía irrumpieron en una casa con armas de fuego e hirieron a personas. Exigí una investigación exhaustiva. El primer ministro prometió revisar el hecho".
El parlamentario Yaakov Litzman, de Yahadut Hatorá, aseveró: "Estoy consternado por las imágenes que muestran una boda destruida y el llanto de los invitados debido a la brutalidad policiaca. Si bien deben respetarse las directivas, no se debe aceptar este comportamiento vergonzoso de los agentes”.
El ministro de Seguridad Nacional, Amir Ohana, dijo: "Vi con dolor las imágenes de la boda en Givat Zeev. Examinaré el incidente en persona y en profundidad".
Netanyahu se reunió con Ohana, y luego manifestó que el ministro "se comprometió con él a realizar una investigación exhaustiva y rápida sobre el asunto y a informar sus resultados al público lo antes posible".