Este viernes la localidad de Kamanneh, en el norte de Israel, amaneció con automóviles vandalizados y pintadas contra la comunidad beduina que habita el lugar.
Los residentes amanecieron con neumáticos pinchados en unos 20 vehículos y pintadas de Estrellas de David con mensajes contra la “asimilación”, una consigna ofensiva hacia los habitantes árabes beduinos, a quienes sectores de extrema derecha acusan de no estar aptos para ser leales al Estado de Israel en el ejército y las fuerzas de seguridad del país.
La policía abrió una investigación para encontrar a los responsables del ataque organizado y afirmó en un comunicado su condena a “cualquier delito de odio nacionalista”. Sin embargo, uno de los vecinos del lugar no es optimista respecto a los resultados: “Es un hecho grave que no debe pasarse por alto, pero la incompetencia de la policía permite que estos delincuentes sigan cometiendo estos actos”, afirmó.
Mahmoud Suaed, activista social que vive en Kammaneh, sospecha que los responsables del ataque no residen en la localidad. “Los vecinos no sintieron nada raro durante la noche y el caso se parece a otros hechos similares en otras localidades”, contó.
Kamanneh pertenece al Consejo Regional Misgav y allí conviven unas mil familias, tanto árabes como judías. Los dos máximos referentes del Consejo, presidido por un funcionario judío y secundado por un árabe, emitieron un comunicado de condena en conjunto. “Los criminales y racistas que intentaron perturbar la paz y la cooperación entre judíos y árabes no lograrán su objetivo”, afirmaron Danny Ivri y Ahmad Sawaed.
El parlamentario Ayman Odeh, presidente de la Lista Árabe Conjunta, resaltó que el hecho ocurrió en coincidencia con el aniversario de la Masacre de Deir Yassin, una matanza de civiles árabes en manos judías en 1948, en las semanas previas a la declaración de la independencia del Estado de Israel.
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"Basta de asimilación", la pintada ofensiva contra la comunidad beduina de Israel.
(Ynet)
“Frente a una década de incitación del gobierno contra los ciudadanos árabes, la ciudadanía democrática de Israel debe escuchar a las víctimas del pasado para actuar y evitar la violencia racista del presente”, declaró Odeh, crítico acérrimo del primer ministro Benjamín Netanyahu.
La organización Tag Meir, que lucha contra el racismo en Israel, definió al hecho como “un delito de odio” y un “acto de terrorismo que se suma a otros hechos similares en los últimos tiempos”. El comunicado agregó que “es vergonzoso que el Estado de Israel no sepa cómo proteger a los ciudadanos árabes atacados por terroristas judíos”.
En los últimos años se produjeron varios incidentes similares en localidades árabes, musulmanas, cristianas y beduinas de Israel. La última ocurrió el mes pasado en Kfar Qasim, en el centro del país, e incluyó pintadas como las observadas en Kamanneh y la leyenda “expulsar o matar” dirigida a la población árabe. Las fuerzas de seguridad no dieron con los responsables de aquel ataque.
