La Fiscalía del Distrito Sur, en Be'er Sheva, acusó formalmente a once hombres el miércoles por su presunta participación en la violación en grupo de una joven de 16 años en la ciudad turística de Eilat, al sur de Israel, a principios de agosto.
Cuatro de los sospechosos enfrentan cargos de violación y el resto fueron acusados de agresión indecente, complicidad de una violación, conspiración criminal y omisión.
Según detalles de la investigación policial publicados el martes, la joven de 16 años llegó a Eilat el 10 de agosto y se alojó con varios amigos en un condominio que alquilaron.
La víctima y sus amigos fueron al hotel Red Sea, en Eilat, para visitar a amigos que se encontraban alojados en el lugar.
Según los informes, la víctima se reunió por primera vez con el principal sospechoso, con quien no había tenido ningún encuentro previo, en la piscina del hotel. El hombre intentó seducir a la adolescente, quien rechazó las insinuaciones alegando que era demasiado mayor para ella.
Sin embargo, el sospechoso decidió insistir y esperó a la víctima junto con otro amigo en la habitación donde se alojaban sus amigos.
La joven llegó más tarde ebria a la habitación tras haber consumido alcohol. La víctima afirmó que se sentía mal y pidió salir de la habitación para lavarse la cara.
La policía indicó que el sospechoso principal y su amigo la esperaron en el pasillo y uno de ellos se presentó como un médico que podría ayudarla.
Los hombres la llevaron a la habitación número 216, que suele estar reservada para conductores de buses de turistas que llegan al hotel a descansar después de largos viajes. Luego, según la investigación, comenzaron a agredir a la víctima.
Durante la siguiente hora y media, al menos 16 adultos y menores fueron vistos reunidos fuera de la habitación, y algunos ellos se animaban entre sí para ingresar al cuarto, señaló la policía.
Al menos dos de ellos supuestamente ingresaron la habitación y también agredieron sexualmente a la víctima. El amigo de la adolescente llegó a la habitación e intentó ayudarla, pero el principal sospechoso y su amigo lo obligaron a retirarse.
Según la policía, al día siguiente la joven no pudo recordar lo sucedido y sólo comenzó a sospechar que había sido agredida cuando recibió mensajes de texto de dos de los hombres involucrados, que detallaron lo ocurrido e indicaron que tenían imágenes del hecho que habían sido captadas por las cámaras de los teléfonos celulares. Luego, la joven radicó la denuncia en la policía.
La gerenta del hotel también fue interrogada y arrestada la semana pasada bajo sospecha de no prevenir un crimen e interferir en una investigación policial. Posteriormente recibió arresto domiciliario y aún no se sabe si deberá enfrentar cargos o no.