El número de casos confirmados de coronavirus en Israel ha aumentado a 945 con 20 personas en estado grave, comunicó el Ministerio de Salud el domingo por la mañana. En tanto que de ese total, 297 personas están hospitalizadas, 344 aisladas en sus casas y 97 internadas en hoteles.
El primer fallecimiento como resultado del virus se reportó el sábado con la muerte de Aryeh Even, un sobreviviente del Holocausto, de Jerusalem, que tenía 88 años.
Las últimas medidas de emergencia aprobadas por el gobierno entraron en vigencia a las 8 (hora israelí). Según las nuevas medidas impuestas por el Ministerio de Salud, los ciudadanos deben permanecer en sus hogares y sólo pueden salir para comprar alimentos y medicinas, recibir atención médica, donar sangre, comparecer ante un tribunal, obtener asistencia social o ejercer su derecho a protestar.
∙ Las personas podrán salir por un breve tiempo mientras permanezcan cerca de sus hogares.
∙ También pueden participar en cultos religiosos, incluidos baños rituales y ceremonias como bodas y funerales, siempre que se respete el límite de diez personas impuesto por las autoridades. La policía estará a cargo de controlar que se acaten las nuevas pautas.
∙ Los israelíes también pueden salir de su casa por breves períodos para ayudar a otros que lo necesitan.
∙ La actividad deportiva se limita a no más de dos participantes y sólo dos personas pueden viajar en un vehículo.
∙ Las regulaciones fueron aprobadas a fines de la semana pasada y limitan aún más el movimiento de israelíes y restringen el comercio.
∙ Las empresas que operen en violación de estas regulaciones deberán atravesar por un proceso judicial que podría resultar en una multa o hasta seis meses de prisión.
A partir del domingo, los mercados al aire libre deben permanecer cerrados, incluidos aquellos que venden alimentos frescos. Sin embargo, los alcaldes de Jerusalem y Tel Aviv manifestaron que no han sido informados acerca de esta directiva. El alcalde de Jerusalem, Moshe Leon, también expresó su rechazo a la medida que prohíbe la venta de alimentos frescos.
El sábado, muchos israelíes acudieron a parques y playas, lo que suscitó la preocupación de las autoridades, ya que consideran que la cuarentena doméstica no se está respetando como se debe, lo que podría provocar más contagios.
En una entrevista televisiva realizada el sábado, el primer ministro, Benjamín Netanyahu, declaró que espera que el público se comporte de manera responsable para evitar una mayor propagación del virus.