Tras conocerse la información de que la tradicional empresa de tehina Al Arz había realizado una donación a una organización que apoya los derechos de la comunidad LGBT, sectores árabes israelíes impulsaron un boicot al producto e iniciaron un debate que comenzó en redes sociales y llegó hasta esferas políticas.
“Tiré todas las cajas a la basura, me pierdo mucho pero puedo elegir otras marcas”, expresó el dueño de un negocio de Lod. Un comerciante de Tamra también contó que desistió de comprarle a Al Arz: “Llamé al vendedor y le dije que viniera a llevarse sus productos, no se debe trabajar con personas que no respetan la religión”, argumentó.
Abad Al Rahman, un ciudadano de la región árabe de Uadi Ara, contó que “cuando escuché sobre el caso abrí la heladera y tiré dos cajas”, y opinó que la condena debe profundizarse: “Estoy a favor de confiscar las compañías que apoyan actos contrarios a la cultura y la religión".
El boicot a Al Arz encendió un debate en redes sociales y rápidamente aparecieron voces en contra de esta iniciativa. “Si quieres boicotear, hazlo con las empresas que donan dinero a las FDI”, fue una de las respuestas que se repitió en Facebook.
Ayman Odeh, miembro de la Knesset y referente de la Lista Árabe Conjunta, se manifestó en ese sentido: “¿Cuán hipócrita se debe ser para boicotear a Al Arz y no a empresas israelíes que se jactan de apoyar a la ocupación y el ejército?”, expresó. Además, adujo que esta campaña es obra de los competidores de Al Arz, “judíos y árabes por igual”, y se refirió a los perjuicios que este debate público puede generar en la población árabe del país: “¿Es necesario este conflicto mientras enfrentamos la anexión? ¿Hacía falta esta discusión mientras nos enfrentamos al coronavirus?”, refirió.
Aida Touma-Sliman, parlamentaria árabe, se opuso al boicot con argumentos que apuntan a combatir la homofobia. “Los derechos LGBT son derechos humanos”, aseguró y reveló que conversó con Julia Zohar, líder de la empresa, a quien le manifestó que la acción de Al Arz “es una campaña valiente”. A su vez, convocó a no perjudicar a la empresa: “Insto a todos a comprar tehina Al Arz”, dijo.
La Asociación de Fabricantes de Alimentos también respaldó a la empresa por su contribución a la comunidad árabe LGBT. “Como empresaria de larga trayectoria, Zohar entiende que los alimentos son mucho más que productos. La comida es cultura, experiencias, tradiciones, pertenencia, hogar”, señalaron en defensa de Al Arz.
En tanto Jalhal Bana, consultora de estrategias de comunicaciones, afirmó que este debate público “puso de manifiesto el discurso superficial y violento que existe en la sociedad árabe, principalmente en las redes sociales”, y alertó que esta “es una historia que puede terminar muy mal a pesar de las voces a favor de Al Arz”.
La empresa, en tanto, emitió un comunicado en el que repasa las diferentes contribuciones que realiza a organizaciones sin fines de lucro, como fundaciones para ayudar a discapacitados, de defensa de los derechos de las mujeres y diferentes causas de responsabilidad social. “En la familia Al Arz amamos a las personas sin diferencias de religió, género o color. La comida conecta y nosotros también. Seguiremos siendo un lugar abierto que busca empoderar a todo sector desfavorecido”, aseguraron las autoridades de la firma.