Israel superó el sábado por la noche las 1.000 muertes por COVID-19 después de que el Ministerio de Salud informara que 12 pacientes adicionales sucumbieron al patógeno. Así que ahora el número de muertos desde el inicio de la pandemia asciende a 1.007.
También se notificaron 1.120 nuevos casos, lo que elevó el número de casos a 128,768.
Ahora mismo, de los 26.283 pacientes que luchan contra el virus, 439 se encuentran graves y 128 están conectados a ventiladores.
Al menos 101.478 se han recuperado del virus.
Dada la situación actual, el jueves los ministros decidieron bloquear unas 30 localidades que se encuentran con altas tasas de infección por COVID-19.
Bajo estas nuevas medidas, se prohibirá a los residentes aventurarse a más de 500 metros (1600 pies) de distancia de su hogar, excepto para el suministro de alimentos, medicamentos y otras necesidades esenciales de mantenimiento de la casa. Todos los negocios "no esenciales" serán cerrados; las instituciones educativas estarán cerradas excepto los jardines de infancia y la educación especial; y los viajes hacia, dentro y desde las ciudades, e incluso ciertos vecindarios estarán restringidos.
Está previsto que las restricciones comiencen el lunes y se espera que los ministros finalicen la lista de localidades que se cerrarán el domingo. Las restricciones estarán vigentes durante una semana y podrían extenderse tras una re evaluación.
