Alrededor de 500 personas participaron ayer de una manifestación en la plaza Rabin, en Tel Aviv, en protesta por la manera en que el gobierno lidia con el flagelo de la violencia contra las mujeres. Algunas de las asistentes se acostaron en la calle con pintura roja que simulaba sangre y escribieron los nombres de las mujeres asesinadas por sus familiares.
Los manifestantes bloquearon la calle Ibn Gvirol por 45 minutos y discutieron con algunas personas que transitaban con sus vehículos por la zona. La Policía les pidió a los asistentes que despejaran la calle y dejaran un carril libre, pero se negaron. Después realizaron un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas.
Nili Medarer, una de las líderes de la protesta, afirmó: “En lugar de promover soluciones simples, el gobierno de Israel actúa negligentemente”. Y agregó: “Las denuncias fueron presentadas a la Policía, pero nunca se hizo nada para salvar a las mujeres y a sus hijos. Que el ministro de Seguridad Pública [Guilad Erdán] me mire a los ojos y me diga que eso es lo mejor que pueden hacer”.
Galit Najum, fundadora de la organización ‘Hakol Hanashí’ (‘La Voz Femenina’), manifestó: “El gobierno ingresó a un estado de indiferencia crónica, y nuestra tarea como ciudadanos es despertar a las autoridades para que entiendan que el terror en la casa también existe y el flagelo de la violencia familiar tiene que estar en los primeros lugares de la lista de prioridades”.
Según datos del Ministerio de Bienestar Social, entre los años 2004 y 2018 fueron asesinadas 163 mujeres por sus parejas. El 45% de las víctimas habían inmigrado recientemente al país. El 45% de las mujeres alojadas en refugios de protección pertenecen a la comunidad árabe. Además, según los informes de los últimos cuatro años, ha habido un aumento del 160% en los casos de violencia ejercida por la pareja.
First published: 10:40, 13.10.19
