"Nos arrinconan y nos convierten en delincuentes. Los clientes están suplicando volver y estamos bajo una presión terrible debido a que debemos seguir efectuando pagos. Para obtener la compensación hay que pasar por un suplicio y es tan ridículamente baja que ni siquiera nos alcanza para cubrir los gastos del alquiler y el impuesto municipal", afirmó Orly Peled, presidenta de la Asociación de Cosmetólogas, esta mañana (martes) en una entrevista para Ynet.
Peled es una de los muchos dueños de comercios que decidieron esta semana abrir sus puertas a pesar de las directivas que lo prohíben. "No tenemos otra opción. Hasta ahora hemos cumplido la ley pero la angustia de nuestros clientes y la nuestra ha crecido día a día", expresó.
El Gabinete del Coronavirus, que tenía previsto celebrar una reunión hoy para debatir sobre la flexibilización de las restricciones, aparentemente ha decidido postergar el encuentro para el jueves.
La Asociación de Restaurantes y Bares también exige la apertura inmediata de sus comercios para que se les permita a sus clientes adquirir alimentos y bebidas en los locales.
"Son 3.000 comercios muy pequeños, que operan al aire libre, sin riesgo de contagio. Esta decisión brindará una esperanza a los comerciantes, la mayoría de ellos de la periferia, que no pueden realizar envíos a domicilio, y de esta manera, alrededor de 20.000 trabajadores podrán regresar a sus empleos”, dijo esta mañana el presidente de la Asociación de Restaurantes y Bares.
Los directivos de la Asociación de Restaurantes y Bares y el famoso chef israelí Haim Cohen se reunieron la semana pasada con la mayoría de los ministros del Gabinete del Coronavirus para que se permita la venta de comida para llevar, y propusieron un esquema para que los alimentos y bebidas puedan ser retirados de un comercio manteniendo las pautas de salud. "Se trata de los negocios más pequeños, como los que venden falafel y shawarma. La mayoría de éstos operan en la periferia. Queremos ayudarlos y evitar que colapsen”, sostuvo Cohen.