El número de fallecidos por coronavirus de Israel va en aumento en lo que se considera la cuarta ola de contagios y hoy (lunes) ya suman un total de 6.990 muertos desde el inicio de la pandemia.
Las familias de cuatro fallecidos contaron sus historias en los estudios de Ynet y describieron los últimos momentos, incluído el remordimiento por no haber logrado convencerlos de vacunarse.
"Era un hombre sano, pero no se vacunó" | Yitzhak Giladov
Yitzhak Giladov murió el 1° de agosto, en su cumpleaños número 59. Era un hombre de negocios que dividía su tiempo entre Rusia e Israel y todo indica que se contagió durante un vuelo. Su sobrina Stella Weinstein, miembro del ayuntamiento de Ashdod y directora ejecutiva del partido Yamina, publicó un video en Instagram en el que pedía a la gente que se vacunara.
"Era un hombre sano y sin antecedentes de enfermedades"
Stella Weinstein, sobrina de Yitzhak Giladov, fallecido por COVID
En diálogo con Ynet, Weinstein afirmó: "Crecí sin padre y se podría decir que mi tío me adoptó y me crió. Vivía yendo y viniendo a Moscú y se contagió en uno de los vuelos. Era un hombre sano y sin antecedentes de enfermedades. Pero, al igual que muchos, no estaba vacunado. No por oposición ideológica sino porque estaba esperando a ver qué pasaba”.
—¿Intentaste convencerlo? Te conocemos por tu rol en Yamina, fuiste muy activa en la lucha contra la pandemia.
—Sí, lo intenté convencer. Pero aún así siento que no hice suficiente. Le dije que yo misma me había vacunado, ya que ambos sufríamos de las mismas alergias. Pero tendría que haberlo llevado de una oreja. Si le hubiera dicho “no vas a ver a tus nietos hasta que te vacunes”, tal vez eso hubiera funcionado.
Weinstein agregó: "Estuvo asintomático durante cinco días. Se reía y decía que lo estaba pasando sin problemas. El jueves se deterioró en unas pocas horas. El viernes ya estaba en coma e intubado. Los médicos me explicaron que en la cepa Delta, el deterioro se produce de un momento a otro”.
“Dijo 'Mañana ya termino el aislamiento'” | Avner Urakbi
Avner Urakbi, activista social de Ramat Gan y presidente de una organización para personas con discapacidad, murió el 14 de agosto. En 1985 Urakbi tuvo un accidente laboral que lo dejó en silla de ruedas y desde entonces luchó fuertemente por los derechos y pensiones para personas con discapacidad.
Su novia Daphne Ezerzer contó: "Se contagió una semana y media antes de morir. Un día me dijo 'mañana ya termino el aislamiento, me siento perfecto'. Por la noche ya estaba alterado. Al día siguiente fue trasladado al hospital. Tenía los niveles de azúcar muy altos. En pocas horas lo indujeron al coma y lo entubaron, y unas horas después falleció. Estaba vacunado y se cuidaba, pero no alcanzó a darse la tercera dosis”.
"No quería vacunarse" | Nathan Gorman
Nathan Gorman, un hombre ultraortodoxo de 38 años, residente de Kiryat Gat, falleció el 21 de agosto. No estaba vacunado y tras contraer el virus debió ser hospitalizado. A pesar de no padecer enfermedades de fondo, su estado se deterioró con rapidez. Era voluntario en Magen David Adom y trabajaba con niños con necesidades especiales. Le sobreviven su esposa y tres hijos pequeños.
"Alguien le dijo que la vacuna podría traer problemas de esterilidad y él quería seguir teniendo hijos"
Rabino Israel Yitzjak Gorman, padre de Nathan Gorman, fallecido por COVID
Su padre, el rabino Israel Yitzjak Gorman, habló sobre la decisión de su hijo de no vacunarse: "Alguien le dijo que la vacuna podría traer problemas de esterilidad y él quería seguir teniendo hijos. Nosotros intentamos hablarle al corazón, pero no lo logramos”, contó.
"Tenía 38 años, era un hombre sano. Habló una noche con mi esposa y le dijo: 'Lamento no haberme vacunado. En cuanto me cure, lo primero que hago es vacunarme'. El deterioro fue muy rápido. En medio de la noche perdió el conocimiento. Durante tres días estuvo conectado a los dispositivos del hospital con 41 grados de fiebre”, relató el padre.
"Él era todo para mí" | Rabino Shlomo Suissa
El rabino Shlomo Suissa falleció el 13 de agosto a los 60 años, tres semanas después de haber contraído el virus. Durante su vida estableció instituciones educativas en la ciudad de Ma'alot. Le sobreviven su esposa y siete hijos.
Su hijo Benya expresó: “Se contagió antes de que comience la campaña de vacunación de terceras dosis. Primero tuvo síntomas leves y de a poco su condición empeoró. Después de una semana y media requirió de asistencia respiratoria y después se lo indujo al coma. Durante una semana tuvimos esperanzas, hasta que el viernes nos informaron de un deterioro y el sábado a la noche falleció. No era solo un padre. También era un amigo, un consejero, un hermano, era todo para mí y para todos los residentes de Ma'alot".
