A partir del próximo domingo, y hasta finales de septiembre, las oficinas públicas de Israel trabajarán en un formato limitado de hasta 50% de empleados presenciales, como parte de las medidas para evitar que se siga propagando la variante Delta del coronavirus.
La decisión incluye una reducción de los puestos de atención al público, un plan de trabajo remoto para quienes ejerzan sus funciones desde sus hogares y una prohibición para que niños no vacunados ingresen a cualquier oficina gubernamental, según detalla una carta de las autoridades a la que Calcalist tuvo acceso.
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Desde el domingo las oficinas públicas de Israel funcionarán con un 50% de los trabajadores de manera presencial.
(Kobi Kuenkas)
El gobierno israelí emitió una sugerencia para que las empresas privadas también vuelvan a apostar al trabajo remoto como recurso para evitar que siga creciendo la cantidad de contagios de COVID-19, en el contexto de la cuarta ola que en los últimos días superó los 3 mil casos diarios en todo el país.
El endurecimiento de las medidas sanitarias también incluye el uso obligatorio de en espacios cerrados para eventos con más de 100 asistentes. “Lo más probable es que no podamos escapar de un nuevo cierre general”, vaticinó el primer ministro Naftalí Bennett sobre la morbilidad creciente.
