El Ministerio de Salud ordenó crear una comisión de investigación después de que una anciana fallecida por coronavirus fuera enterrada con un nombre equivocado, sin que su familia fuera informada.
Según los resultados preliminares, el mes pasado la mujer había sido trasladada de la residencia de ancianos "Neot Avi", en la ciudad de Ashkelon, debido a un brote de COVID-19 en el lugar, al Centro Geriátrico Mishkanot Vatikim, en Bnei Brak, donde posteriormente falleció.
"Nos sorprendió y horrorizó ver que la inquilina que había fallecido, según el informe de Vatikim, aparecía en la foto con el regalo"
Centro Geriátrico Mishkanot Vatikim
Sin embargo, el Centro Geriátrico Mishkanot Vatikim había asumido erróneamente que la mujer no tenía familia y, una vez fallecida, fue enterrada con otro nombre. Afirmaron que no recibieron información precisa del centro de Ashkelon.
Neot Avi, por su parte, aclaró que el traslado de los residentes que habían dado positivo en la prueba de COVID al centro de Bnei Brak era conforme a las directrices del Ministerio de Salud y añadieron que todos los residentes llevaban brazaletes con sus nombres y otra información médica.
Como preparación para Rosh Hashaná, "Neot Avi" envió un regalo navideño a todos sus residentes y pidió que les hicieran fotos al recibirlos. En la imagen se dieron cuenta de que un residente completamente diferente aparecía con la etiqueta con el nombre de la mujer, que en ese momento ya no estaba viva.
"Nos sorprendió y horrorizó ver que la inquilina que había fallecido, según el informe de Vatikim, aparecía en la foto con el regalo", explicó la residencia de ancianos en un comunicado.
"Un comité examinará este grave y desafortunado caso, en el que se cometió un error de identificación durante el entierro de una anciana que murió de COVID19"
Ministerio de Salud
Neot Avi respondió que, en cuanto se enteraron del incidente, informaron al Ministerio de Salud y al director del centro de Bnei Brak, exigiendo que se abriera una investigación sobre el suceso.
"También enviamos a nuestra enfermera jefe a ver qué pasa con otros residentes de Vatikim, y descubrimos que a más de ellos les faltaban las pulseras con su nombre".
El Ministerio de Salud contestó: "Un comité examinará este grave y desafortunado caso, en el que se cometió un error de identificación durante el entierro de una anciana que murió de COVID 19".
El ministerio también dijo que sus representantes se reunieron con la familia de la anciana para ocuparse del asunto, y que mientras investigan qué fue lo que falló, seguirán asistiendo a los afligidos familiares todo el tiempo que sea necesario.