Poco antes del fin de las vacaciones de Tishrei, Simjat Torá llegó a su fin ayer (martes) con la salida de las estrellas. Sin embargo, antes de volver a la rutina, miles de israelíes continuaron bailando y cantando en las calles del país.
(Festejos en el Muro de los Lamentos)
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La alegría continúa en la Plaza Rabin de Tel Aviv tras el fin de Simjat Torá.
(Moti Kimchi)
En 2020, debido a la pandemia, las celebraciones se llevaron a cabo por Zoom, Youtube y en algunos camiones que deambulaban por las calles. Pero este año los israelíes volvieron a bailar, aunque respetando las restricciones y manteniendo distancia social.
Además de las habituales “hakafot” (bailes alrededor de un objeto), este año se realizaron las llamadas “hakafot hashniot” (segundos bailes alrededor de un objeto), una tradición relativamente nueva, ya que es la cuarta vez que se realiza.
Hay alrededor de un centenar de rollos de Torá en el Muro de los Lamentos, y muchos de ellos fueron utilizados para muchos bailes en los que participaron 8.000 personas (el límite impuesto por las autoridades).
En Kfar Jabad, las “hakafot” se llevaron a cabo por primera vez, después de 70 años, en un espacio abierto y no en la sinagoga de la comunidad -Beit Menajem-, con el fin de cumplir con las disposiciones de las autoridades.
Multitudes de judíos celebraron Simjat Torá, la última de las fiestas de Tishrei, que marca el final del ciclo anual de lectura de la Torá en las sinagogas para comenzar a hacerlo nuevamente. Además, se lee la última parte del Pentateuco y la primera parte del Génesis para mostrar que el estudio de la Torá nunca termina.
Por la noche y por la mañana, se acostumbra a sacar todos los rollos de la Torá del Arón Hakodesh (armario donde se guardan los rollos de los pergaminos de la Torá), los fieles los abrazan y dan vueltas alrededor del escenario de la sinagoga mientras cantan y bailan.
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El rabino de Gush Etzion, Tzvi Rimon, durante las "hakafot hashniot".
(Consejo Regional Gush Etzion)