En medio del lago Ram, cerca del monte Hermón, al noreste de los Altos del Golán, abrió sus puertas una casa de huéspedes flotante llamada Santoram.
"Es un proyecto loco", comentó el propietario (y constructor) de la casa y que además lleva adelante el proyecto.
"No es sólo una casa de huéspedes en el agua, sino también un barco que puede arrancar y navegar", describió. "La casa se balancea un poco, pero a los huéspedes les gusta y no se marean", agregó.
Para alojarse en la casa, hay que tener 21 años o más. Una noche cuesta 1.200 shekels para una pareja durante la semana, y 1.500 el fin de semana. Por 200 shekels más, también se puede disfrutar también de un desayuno.
Para llegar a la morada, los huéspedes se embarcan en un viaje en barco por el lago y se les deja en la romántica cabaña. Aunque el aislamiento es parte del encanto del viaje, la casa también está equipada con un kayak para que los huéspedes puedan explorar sus alrededores.
La cabaña cuenta con un dormitorio con televisión, una mininevera, ducha y baño, pequeños balcones abiertos con asientos y un segundo piso con una hoguera.
Badi, de 36 años, se define a sí mismo como un "maker", es decir, una persona que construye y planifica proyectos de forma independiente.
"Empezó como un hobby y poco a poco se convirtió en algo serio", contó. "El sistema de electricidad es solar, el agua caliente es de gas. En invierno hay algo de oleaje por el viento y en verano es mucho más tranquilo", confesó.
"Este es mi primer año, no sé cómo será durante el invierno", añadió Badi. "Cuando nieve, llevaremos la casa de huéspedes a la orilla para que no se inunde", sostuvo.
El lago Ram no ofrece ningún deporte acuático para los turistas, por lo que sus aguas son tranquilas y serenas. Sin embargo, a poca distancia en coche, los huéspedes pueden encontrar las ciudades drusas de Mas'ada y Majdal Shams, que ofrecen muchos restaurantes y atracciones turísticas.
