Tres hombres del norte de Israel fueron acusados este jueves de entregar información sensible a Hamás y de planear un sabotaje a la infraestructura de comunicaciones utilizada por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en tiempos de conflicto.
Según el acta de acusación, uno de los sospechosos, que trabaja como ingeniero de software para el gigante de las telecomunicaciones Cellcom y fue identificado sólo por sus iniciales "R.A", se reunió con operativos de Hamás en Turquía en varias ocasiones entre 2017 y 2022 y compartió información sensible que se le hizo conocer como parte de su trabajo en la empresa.
R.A, que trabajaba para Cellcom desde 2004, poseía amplios privilegios de acceso a los sistemas informáticos y de información de la empresa que planeaba utilizar para que el grupo terrorista palestino pudiera comprometerse en caso de que estallara un conflicto con Israel.
El mes pasado fue detenido por la agencia de seguridad interna Shin Bet junto con su hermano y otro asesor externo de la empresa -identificados como Z.A y S.A, respectivamente- y los tres hombres fueron acusados bajo una serie de cargos de seguridad nacional.
Según la acusación, S.A. comenzó a trabajar con Cellcom en 2017 como asesor externo en cuestiones de comunicación y redes informáticas y proporcionó a R.A información sobre los sistemas de seguridad de la empresa y varias formas de eludirlos, sabiendo perfectamente que "R.A tenía la intención de pasar la información pertinente a los operativos de Hamás en Turquía", según explica el informe.
La acusación afirma que R.A y S.A estuvieron discutiendo entre ellos la inutilización o interrupción de varios componentes de la infraestructura de Cellcom durante la guerra o las operaciones militares desde 2015 "por su deseo común de ayudar a la lucha armada palestina contra Israel".
El hermano de R.A, Z.A, está acusado de ponerse en contacto con operativos de Hamás en el extranjero al menos en tres ocasiones para transmitir mensajes de su hermano.
"Las acciones de los acusados pusieron en peligro la seguridad nacional de manera muy tangible y grave. Su detención e interrogatorio por parte de la Policía de Israel y el Shin Bet permitieron frustrar los esfuerzos de Hamás por recabar información aún más amplia y dañar la infraestructura de comunicaciones en Israel", señalaron ambos organismos policiales en un comunicado conjunto.
"Las organizaciones terroristas, incluida Hamás, intentan constantemente perjudicar la integración de los árabes israelíes en la sociedad israelí y perjudicarlos explotando su posición en favor de la promoción de la actividad terrorista, mientras los dirigentes de Hamás continúan, sin obstáculos, con su vida cotidiana en el extranjero", explicaron.
"El Shin Bet y la Policía de Israel seguirán trabajando para localizar y frustrar todas las actividades terroristas contra ciudadanos israelíes y trabajarán para llevar ante la justicia a quienes hayan participado en dichas actividades que constituyen una violación de la seguridad del Estado", agregó.
El abogado Namir Adalbi, que representa a R.A, sostuvo que los cargos "parecen exagerados" y que su cliente fue presionado por sus interrogadores para que confesara cosas que no hizo en una "larga y tediosa investigación en la que se le impidió ver a un abogado durante 21 días".
La Fiscalía del Estado solicitó mantener a los tres en prisión preventiva hasta el final del proceso.