El coronavirus no espera la toma de decisiones: mientras el gobierno pospuso la ejecución de las nuevas pautas de salud para ciudades muy afectadas por el coronavirus, el Ministerio de Salud informó sobre un nuevo récord en la utilización de respiradores artificiales a pacientes contagiados con COVID-19.
Según los datos oficiales, actualmente en Israel hay 139 personas que reciben asistencia respiratoria. La cifra supera la marca de 137 respiradores activos, registrada el 13 de abril, en uno de los momentos más delicados de la primera ola de brotes en el país.
Las autoridades de salud también informaron que durante el lunes se habían registrado seis nuevas muertes por coronavirus, lo que eleva la lista a 1.026, y que hay 912 personas internadas por este virus en los diferentes hospitales israelíes.
En los primeros seis días de septiembre, coincidente con un fuerte salto en la cantidad de contagios, el Ministerio de Salud detectó 13.773 nuevos infectados, lo que representa un promedio de 2.300 nuevos casos diarios y una tasa de positividad del 8,8% en el mismo lapso.
Mientras tanto, luego de algunos cruces políticos sobre las restricciones de circulación en regiones de muchos contagios, el primer ministro Benjamín Netanyahu informó que se postergó hasta el martes la implementación de un toque de queda nocturno en un conjunto de “localidades rojas”, denominadas así en función de sus crecientes tasas de infección.
“Decidimos cerrar 40 ciudades rojas, pero por ley debemos escuchar y consultar a los municipios involucrados, así que llevará otras 24 horas implementar esta medida”, explicó el mandatario sobre una propuesta que surgió el domingo por iniciativa de sectores ultraortodoxos, especialmente afectados por los contagios, que reemplaza medidas más estrictas de cierre que se habían anunciado a fines de la semana pasada.
Según lo dispuesto ahora, entre las 19 horas y las 5 de la madrugada del día siguiente en las “ciudades rojas” no se podrá circular más que a 500 metros de los domicilios personales salvo para provisión de alimentos o tratamientos médicos. La decisión también contempla el cierre de las escuelas de educación formal y los comercios no esenciales que trabajan durante esa franja horaria.
“Experimentamos un alto índice de morbilidad, y es muy posible que aumente porque no se utilizan máscaras y hay muchas aglomeraciones. Esto debe parar, los expertos temen un salto repentino en los enfermos graves y la cantidad de muertos”, expresó con preocupación Netanyahu. Además, el primer ministro explicó que esta decisión sobre las “ciudades rojas” es un intento de “evitar o al menos posponer” una situación de cierre general en todo el país.