Una alentadora y sorpresiva noticia para la economía israelí: en agosto se registró un crecimiento superior al 10% en la recaudación al Impuesto al Valor Agregado (IVA) en relación a los últimos tres años.
El IVA graba un impuesto a la compra de productos y servicios a una tasa del 17% y el mes pasado evidenció un aumento del consumo dentro del país: aproximadamente 7.700 millones de shekels, equivalente a 2.287 millones de dólares, más de 700 millones de shekels (208 millones de dólares) que en los meses de agosto de 2017, 2018 y 2019.
El principal factor que explica este alza en medio de la crisis del coronavirus es el turismo interno, ya que se estima que este verano unos dos millones de israelíes disfrutaron de sus vacaciones dentro del país en lugar de viajar a otros destinos.
Si bien es cierto que el cierre de fronteras también impidió que miles de extranjeros viajaran y por lo tanto consumieran productos y servicios en Israel, este hecho no incide en las cifras del IVA ya que a esos turistas se les reembolsa dicho impuesto cuando vuelven a sus destinos.
Según los datos a los que pudo acceder Ynet, este crecimiento de la recaudación del IVA está acompañado con un repunte similar en otros impuestos desde mayo, cuando la economía israelí inició una etapa de reapertura tras un período de severas restricciones en marzo y abril para evitar la propagación del COVID-19. Aún así, el nivel del repunte del IVA en agosto es considerado excepcional en relación a los datos del mismo período de los últimos tres años.
En los próximos días las autoridades publicarán los datos oficiales sobre la recaudación total de impuestos de agosto, junto con otras estadísticas en las que se espera el detalle de las grandes erogaciones del Estado debido a la crisis del coronavirus y el otorgamiento de subsidios a toda la población israelí. Si bien se espera que el balance arroje un fuerte déficit, este repunte recaudatorio es un factor alentador que moderará el impacto de ese saldo negativo.