Con pocas horas de diferencia, esta semana dos mujeres fueron asesinadas por sus cónyuges. Los casos conmocionaron a la sociedad israelí y, en respuesta, cientos de personas se manifestaron en diferentes puntos de Israel.
En memoria de Irene Gribanev (67) y Najah Mansour (35), y en protesta de las faltas de medidas de prevención para evitar nuevos femicidios en Israel, la concentración principal se realizó en Tel Aviv con la participación de cientos de personas, principalmente mujeres, y diversas agrupaciones feministas del país.
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"Un gobierno con sangre en sus manos", una de las consignas en la marcha de Tel Aviv.
(Moti Kemji)
Las consignas contra la violencia de género también se hicieron escuchar en Jerusalem, el Valle del Jordán, el cruce Tzemach en el norte y Beer Sheva, ciudad en la que residía Gribanev. “Somos hombres y mujeres que estamos preocupados y cansados. Salimos a gritar por las que ya no tienen voz, pido al gobierno que despierte”, afirmó Hagit Peer, presidenta del movimiento de mujeres Naamat, presente en la marcha de Beer Sheva.
Por su parte Hilel, docente de Jerusalem, enfatizó sobre el crecimiento de la violencia de género en el contexto de la pandemia de coronavirus: “Todos estamos mucho más tiempo en casa y allí hay mucha violencia, y por supuesto quien lo paga más caro es el más débil, las mujeres y los niños”, expresó.
Uno de los reclamos más reiterados en las protestas es la necesidad de mayores partidas presupuestarias destinadas a prevenir próximos femicidios: un financiamiento acorde para los refugios de mujeres, un abordaje educativo y una asistencia a mujeres que sufrieron violencia en sus hogares.
“La epidemia de la violencia contra la mujer nos pasa factura desde hace años y ahora, durante el coronavirus, los femicidios alcanzaron un nuevo pico”, dijeron desde la organización del evento. “Lo advertimos hace años, ¿pero dónde está el gobierno? ¿Por qué no intervienen?”, denunciaron.
